Agenda Digital europea, el futuro que llega

El futuro digital condicionará el modelo de crecimiento y la vida diaria de los ciudadanos europeos

Lo tenemos ya delante cada día. La televisión digital terrestre, el DNI electrónico, el acceso libre a Internet desde lugares públicos, las redes sociales o el comercio electrónico. Forman parte de la sociedad de la información. Para muchos son sinónimo de un mundo desconocido, de demasiadas innovaciones difíciles de digerir. Pequeños ejemplos de esa gran revolución digital que en poco tiempo se ha asentado en nuestras vidas. Una apuesta de futuro. La conferencia ministerial sobre e-Health, que comienza hoy en Barcelona, es un ejemplo.

La Comisión Europea y la presidencia española de la UE trabajan para impulsar la agenda digital. La próxima fecha marcada en el caledario, en abril, en Granada. El objetivo: impulsar en la Unión Europea una economía sostenible basada en el conocimiento y en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Foto: oxl/flickr

La presidencia española ha enviado ya a la Comisión Europea un borrador de la Estrategia de Granada, la ruta a seguir para impulsar la agenda digital y que será debatida el mes que viene en la reunión informal del consejo de ministros de telecomunicaciones de la UE que tendrá lugar en la ciudad andaluza. Este documento contiene premisas que guiarán el futuro. Un ejemplo: sólo una minoría de la población que accede cada día a la sociedad de la información sabe como usar las nuevas tecnologías para mejorar su calidad de vida, ampliar sus horizontes laborales o educativos, o hacer más competitiva a su empresa.

La prioridad es que esa minoría pase a ser mayoría y en eso trabajan tanto la presidencia española como la nueva comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes, cuyo departamento está ultimando las iniciativas que hay que tomar para un cambio de rumbo hacia un crecimiento sostenible, basado en la innovación y en las nuevas tecnologías.

Brechas y oportunidades

Los cambios son frenéticos. Tanto, que ya no se habla de primera brecha digital -aquella que, de forma genérica, sirve para distiguir entre los que usan y no usan Internet-, sino de la segunda brecha digital, mucho más importante para el futuro inmediato. Es la brecha que diferecia a las personas que usan la red para navegar y mirar el correo electrónico, de aquellas que saben sacarle provecho: usan Internet para hacer transacciones comerciales y bancarias, para comunicarse con la administración, para trabajar desde casa... Las autoridades comunitaries pretenden ahora potenciar las iniciativas formativas sobre el uso de Internet y de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC): ya no se trata sólo de garantizar el acceso a Internet para todos, sino de conseguir que la sociedad domine las nuevas tecnologías y consiga adaptarse a las nuevas aplicaciones que vayan surgiendo. Porque las TIC son fundamentales para aumentar la competitividad empresarial, favorecen cambios hacia modelos organizativos más efectivos, son totalmente compatibles con un desarrollo verde y sostenible, y ayudan a crear nuevos puestos de trabajo de más calidad. Si se acompañan de una apuesta por la innovación y la investigación, nos llevan irremediablemete hacia un nuevo modelo de crecimiento.

Según datos del ministerio de Industria de España, un 20% de las ofertas de trabajo requiren un buen dominio de las TIC, y ellas son las responsables de la mejora de los márgenes de productividad de muchas empresas. Esto en el ámbito privado, porque en el público, desde la Comisión Europea y la presidencia española también se promueve un uso más intensivo de las nuevas tecnologías por parte de la administración: sirven para reducir costes, proporcionar servicios añadidos y recortar tiempos de espera.

Y para la ciudadanos...

¿De qué le sirve a cualquier persona esa apuesta por lo digital?¿Qué beneficios deben esperar a corto plazo? A veces lo mejor es bajar al terreno de lo práctico y de lo próximo para ver los cambios que nos esperan. La sanidad digital es una buena muestra de ello. En España se está impulsando la demominada "sanidad en línea". Se está trabajando para garantizar a todos los ciudadanos que cualquier profesional pueda acceder desde cualquier punto del Sistema Nacional de Salud a su historia clínica digital, de manera que tendrá asegurada siempre una mejor atención. La concertación de citas por Internet para una consulta en la atención primaria ya está muy extendida, y algunas comunidades ya están aplicando también proyectos de recetas electrónicas en las que colaboran médicos y farmacéuticos en beneficio del paciente. Además, a través del proyecto epSOS, 12 países de la Unión Europea, entre ellos España, van a compartir bases de datos para que los profesionales de estos países puedan atender a un ciudadano de otro pudiendo consultar su historia clínica digital de manera confidencial.

Las políticas de la agenda digital se pueden aplicar en muchos campos, no sólo a los relacionados con el ocio y la información. Ahí queda claro que la Europa digital también significa más calidad de vida para las europeos. La lista de beneficios continúa: con más y mejores conexiones a Internet y desde cualquier plataforma, fija o móvil, podemos trabajar de manera más efectiva desde cualquier punto; comprando a través de la red de manera segura, ahorramos tiempo; podemos hablar y ver a cualquier persona del planeta sin necesidad de viajar para reunirnos con ella, o podemos participar en medios de comunicación más interactivos y con mejores prestaciones.

El plan de trabajo

Las autoridades europeas son muy concientes de los beneficios que conlleva apostar por la agenda digital, aunque falta concretar políticas. De momento, y a la espera de la reunión de ministros europeos de telecomunicaciones en Granada, del 19 al 20 de abril, la comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes, ya ha expuesto los 6 ejes básicos de su política. Kroes se propone ofrecer a los ciudadanos una banda ancha de Internet más rápida y de más calidad; impulsar un mercado digital único, para facilitar las compras y ventas a través de la red en cualquier país de la Unión Europea; el fomento de la administración digital; la inversión en tecnologías de la información y comunicación más innovadoras, apoyando a emprendedores; el fomento de la seguridad en Internet y la protección de los derechos de los usuarios, porque sin confianza en las nuevas tecnologías, éstas no serán utilizadas; y por el último, se aboga por el uso plataformas abiertas y aplicaciones compatibles, para una sociedad digital sin ningún problema de comunicación.

Después llegará el impulso de redes inteligentes y de nueva generación con un marco legal que deberá ser definido para toda Europa. Antes de todo eso, hay dos escollos que hay que salvar para caminar sin tropiezos hacia una nueva sociedad digital plenamente democrática. Las autoridades europeas y nacionales deben ofrecer más formación al alcance de todos los ciudadanos en el manejo de las TIC, porque es la única vía para que la sociedad tire del carro de la Europa de la innovación y el conocimento.

Pero además, hay que asegurar ayudas e inversiones públicas para evitar que en la oferta de ciertos servicios en el campo audiovisual y de las telecomuniciones sólo subsistan los más fuertes, los que han podido afrontar las inversiones en tecnología digital y en nuevas infraestructuras, en perjuicio de la competencia, de la diversidad y del derecho a elegir. La Europa que viene es otra Europa, una Europa llena de oportunidades, que debe seguir con paso firme pero luchando contra los fantasmas de la exclusión digital y protegiendo los derechos de los usuarios. Marc Campdelacreu para euroXpress

Intervención de la comisaria de Agenda Digital en la conferencia e-health de Barcelona (en inglés)