Una cumbre UE-EEUU sin titulares

La cumbre entre la Unión Europea y Estados Unidos termina como empezó. Con Obama pidiendo a los líderes europeos que hagan algo para combatir la crisis de deuda y con el compromiso de trabajar juntos para conseguir la estabilidad financiera. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Cumbre UE-EEUU en Washington
Cumbre UE-EEUU en Washington / Foto:CE

El presidente de Estados Unidos no mantenía una reunión oficial con los líderes comunitarios desde el pasado noviembre en Lisboa. Desde entonces, el euro lucha por su supervivencia y la UE vive la peor crisis de su historia y Estados Unidos urge a Europa a tomar medidas. Cabía esperar de esta cumbre de Washington algo más que la retórica habitual, al menos, algún gesto que ayudara a calmar a los mercados.

En la Casa Blanca se ha sentado la plana mayor de la UE: el presidente del Consejo, Herman van Rompuy; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; la Alta Representante para la Política Exterior Europea, Catherine Ashton; y el comisario de Comercio, Karel De Gucht. Al otro lado de la mesa, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el secretario del Tesoro, Tim Geithner; y el consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon.

Después de varias horas de reunión, en un comunicado conjunto de 23 puntos dicen que la UE y Estados Unidos se comprometen a adoptar de forma conjunta medidas para reactivar el crecimiento económico, crear empleo y asegurar la estabilidad financiera. Sin más detalles.

Estados Unidos aplaude las últimas iniciativas de la UE y expresa su determinación para hacer todo lo necesario para garantizar la estabilidad financiera y resolver la crisis. Los líderes europeos confían en queWashington tome medidas para avanzar en la consolidación fiscal. Sin más detalles.

Ambas partes resaltan la importancia de trabajar con las economías emergentes en el impulso al crecimiento global equilibrado, según se acordó ya en la cumbre del G20 en Cannes. Y hasta aquí la crisis de deuda, el riesgo de contagio a la economía global, el peligro de recesión mundial, etc.

La retórica sin contenido se extiende a otros puntos, como promover avances en la cumbre del clima de Durban, celebrar los procesos democráticos en Egipto, Túnez y Libia, condenar al régimen sirio y comprometerse en dar una salida diplomática al problema del programa nuclear iraní. Ningún hecho.

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