Europa guarda silencio por las víctimas noruegas

Los países nórdicos y la UE han guardado este lunes un minuto de silencio por las víctimas de la bomba en Oslo y el tiroteo en la isla de Utoeya. El sospechoso ha comparecido este lunes ante un tribunal donde ha reconocido los hechos pero no se considera culpable. Permanecerá ocho semanas en prisión preventiva. La policía ha rebajado el número de muertes en la isla de 86 a 68 y ha añadido una víctima mortal a los siete contabilizados por la bomba en el centro de la capital.

flores y velas en el centro de Oslo
Flores y velas en el centro de Oslo

El presunto autor de los atentados del pasado 22 de julio en la capital noruega, Anders Behring Breivik, ha confesado que fabricó y puso la bomba en Oslo y tiroteó a los jóvenes que estaban en el campamento de la isla de Utoeya. Aunque no se considera culpabl. Justifica su acción por la «necesidad de salvar a Europa del Islam y del comunismo». Según el juez, Breivik ha dicho que quería impedir «futuros reclutamientos» para el Partido Laborista en el poder, al que ha acusado de haber «traicionado al país» y de haber «importado musulmanes de forma masiva». Al parecer el encausado se ha referido a dos células que le daban apoyo.

El principal objetivo del asesino era la exprimera ministra Gro Harlem Brundtland, perteneciente al Partido Laborista, una mujer muy respetada en Noruega. Estuvo esa mañana en la isla de Utoeya dando un discurso, pero se había marchado ya cuando llegó Breivik.

Por su parte la policía, que prosigue la investigación, ha rebajado el número de muertos en la isla de 86 a 68, lo han justificado debido a la confusión del momento que pudo llevar a contar algunos cuerpos más de una vez, y ha añadido un fallecido a las víctimas de la explosión en el edificio oficial de Oslo.

La sesión en el Tribunal se ha celebrado a puerta cerrada con lo que se ha frustrado la intención del encausado que quería hacer de su comparecencia un espectáculo mediático. Había pedido que fuera pública y que se le permitiera llevar uniforme, aunque su abogado no ha especificado que clase de uniforme.

El fiscal ha pedido que se apruebe un periodo de prisión preventiva de ocho semanas, lo normal en el país es de cuatro semanas, durante las que deberá permanecer en régimen de aislamiento sin más visitas que la de su abogado. Pasado ese tiempo los fiscales han pedido que se prolongue por cargos de terrorismo hasta el comienzo del juicio que se podría celebrar dentro de un año.

La pena máxima que se aplica en Noruega es de 21 años de cárcel, pero la ley permite su prolongación si existe riesgo de reincidir en el delito. De esta forma podría pasar en la cárcel el resto de su vida.