Otra fórmula para recapitalizar a la banca española: prestar dinero al FROB

El sector financiero español sigue marcando la política de la eurozona. Entre Madrid, Bruselas y Berlín hay que encontrar la cuadratura del círculo de dar la liquidez multimillonaria que necesitan los bancos y alejar el fantasma del rescate financiero que España formalmente no pide. Lo último es una propuesta que se adjudica al ministerio de Finanzas alemán, por la que el fondo de rescate permanente europeo podría prestar directamente al fondo de rescate español, el FROB.

Luis de Guindos responde a los periodistas en el Parlamento Europeo
Luis de Guindos responde a los periodistas en el Parlamento Europeo

La publicación del informe del Fondo Monetario Internacional sobre la situación de los bancos españoles es inmediata y los resultados de la autoría externa se conocerán en unas semanas. Hasta entonces, el gobierno español no se pronunciará sobre cómo se hará la recapitalización, según ha dicho el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras participar en una reunión del grupo popular en el Parlamento Europeo. Sin embargo, se estudian diferentes planes para sanear al sector financiero español, de forma que las previsibles malas noticias no vuelvan a hundir el mercado de deuda. Las necesidades de liquidez del sector financiero español se estiman en unos 50.000 millones de euros.

La propuesta de inyectar dinero a los bancos directamente desde el mecanismo de rescate europeo sigue vetada desde Berlín, pero el gobierno alemán baraja otra posibilidad que podría ser eficaz y, a la vez, permitiría a Merkel permanecer fiel a sus posiciones inquebrantables de que Europa ayuda exclusivamente a los Estados y a Rajoy aparentar que España se queda al margen de un rescate que necesitan exclusivamente sus bancos.

La fórmula es que la UE preste dinero al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que tomaría las decisiones pertinentes sobre los bancos con problemas. De esta forma, no sería necesario imponer medidas de ajuste a España a cambio del préstamo, como ocurrió con Grecia, Irlanda y Portugal que, por otra parte, el gobierno del PP ya está aplicando con el beneplácito de Bruselas y Berlín.

El Mecanismo de Estabilidad Europeo no necesita la unanimidad de los miembros de la eurozona para actuar, así que países que podrían oponerse a la operación, como Holanda o Finlandia, no podrían impedir la concesión del crédito.