El Curiosity está en Marte

Un éxito para la NASA, el aparato de una tonelada de peso y el tamaño de un coche, culminó el viaje de casi nueve meses desde la Tierra posándose en el cráter Gale de Marte en el que posiblemente hubo agua en un pasado remoto, eso significa vida. Precisamente las condiciones de habitabilidad es lo que va a investigar Curiosity.

Imagen de Marte con la sombra del Curiosity
Una de las primeras imágenes enviadas desde el Curiosity/ Foto: NASA

El vehículo de exploración Curiosity se comportó como estaba programado, a las 5,30 GMT de este lunes aterrizó en la superficie de Marte y poco después envió las primeras fotografías. Por delante tiene una misión de dos años para buscar pruebas de que alguna vez hubo condiciones para que la vida se desarrollara en el planeta rojo.

A 11.000 metros de altura, se desplegó un paracaídas gigantesco encargado de frenar la velocidad para iniciar el descenso de la cápsula. A unos 20 metros del suelo, una grúa se encargó de depositar el vehículo Curiosity que desplegó sus seis patas con ruedas y comenzó su tarea de investigación en Marte. Minutos después llegaron a la Tierra las primeras imágenes.

Así se iniciaba una misión que ha recorrido una distancia de 570 millones de kilómetros que continuará y perfeccionará los trabajos de los vehículos que aterrizaron en Marte en 2004. La misión ha costado 2.500 millones de dólares y se espera que dure dos años. El vehículo puede superar obstáculos de 75 cm de altura y se puede desplazar a unos 90 metros por hora como máximo.

Entre los instrumentos que lleva el Curiosity hay una estación de medición ambiental (REMS) fabricada por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial de España (INTA) que medirá la presión atmosférica, la humedad, la dirección y la fuerza del viento, la temperatura ambiental y los niveles de radiación ultravioleta.