ONU Mujeres pide el fin de la impunidad para la violencia sexual en conflictos armados

La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, junto a otras organizaciones, ha pedido este miércoles que se compense a las víctimas de violencia sexual en conflictos armados, y se persiga a los perpetradores de forma que estos crímenes no queden impunes y se acometan esfuerzos para prevenirlos.

Una mujer africana dentro de una cabaña
Combatientes rebeldes siguen amenazando la aldea de Angeline Mwarusena, víctima de tres de ellos/ Foto: Einberger/argum/EED/IPS

NUEVA YORK, (IPS) - «El cuerpo femenino sigue siendo campo de batalla y la impunidad es la norma, no la excepción», ha dicho Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres, tras reclamar a los gobiernos acciones más contundentes para prevenir y castigar las agresiones sexuales en situaciones de conflicto.

«La experiencia de las mujeres durante y después de un conflicto sigue siendo de violencia e inseguridad», ha dicho la expresidenta de Chile (2006-2010). El acceso de una persona a la justicia tras un conflicto depende mucho del género. Comparado con los hombres, las mujeres víctimas de crímenes de guerra tienen menos posibilidades de que sus casos lleguen ante un tribunal y de recibir reparaciones.

En el encuentro de alto nivel que se realiza en el marco de la 67 sesión de la Asamblea General del foro mundial en Nueva York, la directora ejecutiva de la entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres sugirió tres estrategias para comenzar a abordar el problema.

Primero, ampliar la participación de las mujeres en las labores de recuperación tras un conflicto «Eso les ofrece la oportunidad de asegurarse de que los acuerdos de paz, las nuevas leyes y constituciones no refuercen el status quo y promuevan la equidad y la justicia», señaló.

Reforzando su argumento está el hecho de que en las últimas negociaciones de paz, según ONU Mujeres, la participación femenina fue menor del ocho por ciento.

También es menos del tres por ciento la cantidad de mujeres que figuran entre los firmantes de acuerdos de paz y nunca una de ellas ha sido designada jefa o mediadora principal en negociaciones de paz patrocinadas por la ONU.

Bachelet también dijo que las organizaciones femeninas deben contar con el apoyo de los gobiernos para atender a la desigualdad de género que «vuelve a las mujeres más vulnerables frente a agresiones sexuales y de género durante y después de los conflictos».

Por último señaló que la comunidad internacional, los gobiernos nacionales, la sociedad civil y los actores individuales deben cooperar para garantizar la responsabilidad por los delitos de género asociados a situaciones de conflicto.

En el marco del esfuerzo para ocuparse de este asunto y reducir la violencia de género en situaciones de conflicto, ONU Mujeres y el Departamento de Operación de Mantenimiento de la Paz de la ONU han puesto en marcha «los primeros cursos sobre cómo hacer frente a distintas situaciones, destinados a las fuerzas de paz», a fin de prevenir la violencia sexual, anunció Bachelet.

Explicó que «La formación se está iniciando con las fuerzas de los principales países contribuyentes», «A principios de este mes hubo una primera sesión en La Haya sobre investigación de casos de violencia sexual y de género en tanto que delitos internacionales», añadió.

Zainab Bangura, representante especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre Violencia Sexual en Conflicto, dijo en el encuentro: «La violencia sexual lleva demasiado tiempo saliendole gratis a los agresores de mujeres, niños, niñas y hombres, pues la carga viene recayendo sobre las víctimas».

«Aun cuando garanticemos a las supervivientes atención y otros servicios necesarios, debemos insistir en que la violencia sexual en situaciones de conflicto no es inevitable, y conlleva consecuencias para los responsables», recalcó Bangura, originaria de Sierra Leona.

El ministro de Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, se concentró en el peso que recae en las víctimas del delito, y recalcó que el silencio en torno a la violencia sexual suele ser más difícil de romper cuando la víctima de la agresión es hombre o menor de edad.

«Tenemos que romper el silencio si pretendemos una paz duradera y prosperidad», señaló Hague. «Gran Bretaña está dispuesta a utilizar toda su influencia en este asunto, como catalizador para impulsar a otros a la acción».

La activista y feminista estadounidense Jody Williams, que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1997 por su trabajo contra las minas antipersona, coincidió con el canciller británico.

Las personas «que sobreviven a la violencia sexual sufren un doble maltrato, primero, por el agresor y, segundo, por los gobiernos que no aplican las leyes ni les garantizan que haya justicia».

El encuentro de alto nivel lo ha organizado ONU Mujeres, junto con el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, la Oficina del Representante Especial del Secretario General sobre Violencia Sexual en Conflicto y la Campaña Internacional para Poner Fin a la Violación y la Violencia de Género en Situaciones de Conflicto.