El nacionalismo español: mito y realidad
Durante seis años, cincuenta historiadores e intelectuales han trabajado sobre el concepto de nacionalismo, uno de los temas que ahora mismo es de mayor actualidad, aunque la originalidad de su obra ("Historia de la nación y del nacionalismo español". Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores) es la de abordar no los nacionalismos periféricos que en España vienen protagonizando Cataluña, Euzkadi y Galicia, sino precisamente el nacionalismo español
Composición de escudo, banderas españolas y republicanas
Nacionalismo español, por Xulio Formoso

Un libro recoge la investigación de cincuenta historiadores sobre el concepto de nacionalismo español desde los orígenes al Siglo XXI

Durante seis años, cincuenta historiadores e intelectuales han trabajado sobre el concepto de nacionalismo, uno de los temas que ahora mismo es de mayor actualidad, aunque la originalidad de su obra («Historia de la nación y del nacionalismo español». Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores) es la de abordar no los nacionalismos periféricos que en España vienen protagonizando Cataluña, Euzkadi y Galicia, sino precisamente el nacionalismo español, identificado extemporáneamente, según se afirma en el prólogo de esta obra, con el franquismo, que no es sino la última de sus formas históricas y que ha contaminado toda la historia reciente de España, hasta el punto de que, para evadirse de utilizar la palabra España se utilizan habitualmente términos como Estado español, este país, Marca España, y por lo mismo, según se ha dicho en la presentación del volumen, se denomina la Roja a la selección española de fútbol. Por eso se afirma que esta obra viene a cubrir un vacío en la historiografía española, abundante sin embargo en el estudio de los nacionalismos periféricos.

El nacionalismo español en la historia

El nacionalismo español tuvo distintas concepciones a lo largo de la historia, como se recoge en los diversos ensayos que configuran el libro. Aquí se ordenan cronológicamente (partiendo de los mitos originarios hasta llegar a nuestro siglo XXI) las diversas concepciones que de España y de la nación española han venido configurándose a través de los siglos, desde perspectivas no sólo políticas, sino también económicas, culturales, literarias, sociológicas e incluso religiosas. De ahí que no sólo hayan participado historiadores en este trabajo sino también especialistas en filología, en literatura, en música o en geografía.

José Álvarez Junco plantea los orígenes mitológicos de España partiendo de las primeras referencias a Iberia y a su vinculación con los dioses mitológicos y los patriarcas fundadores del cristianismo.

Tras analizarse la historia de España en la Edad Media y el concepto de España en el siglo XV, Ricardo García Cárcel investiga sobre el concepto de España como nación en los siglos XVI y XVII y los fundamentos de la conciencia nacional española en ese periodo.

El estudio del siglo XVIII, el de la Ilustración, fue el momento clave en el que se consolidó en nuestro país el vínculo entre la nación y la patria para dar lugar a una conciencia de identidad nacional, fundamental en la consolidación en aquellos momentos de un vehículo para el ejercicio del poder estatal. Es en este periodo cuando nace el concepto de nación entendida como una comunidad cultural y moral. El capítulo elaborado por Antonio Morales Moya (sobre todo el apartado 'La nación española en la centuria ilustrada') desarrolla en profundidad este planteamiento.

En el XIX se manifiesta un verdadero nacionalismo liberal español. Con las Cortes de Cádiz y la constitución de 1812 quedaría definida la nación liberal y proclamada su soberanía, así como fijada la tradición del nacionalismo liberal progresista, manifestada en el Sexenio Revolucionario y en la Restauración con expresiones tan ilustrativas como el movimiento krausista y la Institución Libre de Enseñanza.

La crisis del 98 es el momento de la refundación del nacionalismo español pero también el del desarrollo de los nacionalismos periféricos. La generación de 1914, con Ortega y Gassett y Manuel Azaña, representa la continuidad de aquel liberalismo progresista. Después, el franquismo quiso recuperar los mitos de la España imperial. El actual sistema democrático trata de encontrar al fin la identidad española en un proceso de consolidación de un Estado de las autonomías que no acaba de consolidarse y que para algunos teóricos camina hacia un federalismo.

El estudio del siglo XX, al que se dedican dos capítulos, es uno de los más completos. Coordinados por Andrés de Blas Guerrero (quien además se ocupa del regeneracionismo y el 98), al periodo entre los años 1898 y 1936 se han dedicado historiadores como Javier Varela, Carlos Dardé, Javier Moreno Luzón, Juan Pablo Fusi, Santos Juliá o Elena San Román López. Para la etapa 1936-1978 han escrito José Álvarez Junco, Fernando García de Cortázar, José-Carlos Mainer y Andrés de Blas Guerrero.

Este estudio del nacionalismo español dedica un capítulo a la visión de 'España desde su periferia', que aborda la idea del nacionalismo español desde Cataluña (Ángel Duarte), País Vasco (Luis Castells y Juan Gracia), Galicia (Jacobo García Álvarez) y Valencia (Xavier Coller). Para estos historiadores, las tensiones que se registran en la actualidad entre España y los nacionalismos periféricos alcanzan un nivel desconocido en el pasado.

La idea central de este estudio es la de la existencia de una pluralidad de nacionalismos españoles y la identificación con una idea de nación española basada en la convivencia de las diferentes sensibilidades ideológicas en España, al amparo del pluralismo, la tolerancia y la lealtad a la Constitución del 78. Desde esta perspectiva este libro se constituye en una referencia importante para abordar próximos estudios del nacionalismo español.