«Un hombre que le arrebata la libertad a otro es un prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes del prejuicio y de la estrechez mental»
Ha muerto Madiba Nelson Mandela ha fallecido a los 95 años en su residencia de Sudáfrica
Nelson Mandela
Nelson Mandel/ Foto: CC

Ha muerto Madiba. Nelson Mandela ha

muerto a los 95 años en su residencia de

Sudáfrica

Tenía 95 años y llevaba meses muy enfermo pero su muerte ha conmovido al mundo. «Nuestro bien amado Nelson Rolihlahla Mandela, el presidente fundador de nuestra nación democrática, ha fallecido», ha anunciado el actual presidente sudafricano Jacob Zuma que ha añadido «se apagó apaciblemente».

Nelson Mandela, conocido por el nombre de su clan Madiba, ha sido el primer presidente negro de un país de mayoría negra. Un país en el que fue el preso político más famoso del mundo, en el que pasó 27 años en la cárcel y salió de ella con la clara determinación de liderar la transición desde el régimen del apartheid hasta una democracia multirracial.

Mandela fue condenado en 1964 a cadena perpetua por sabotaje y complot contra el Estado, fue liberado en 1990. Tres años después le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz compartido con su interlocutor en la transición política, el último presidente blanco de Sudáfrica, Frederik de Klerk.

En 1994 fue elegido presidente en las primeras votaciones que se realizaron tras el régimen del apartheid y en las que votaron negros y blancos. Dedicó su presidencia, hasta 1999, a tratar de reconciliar a una sociedad dividida por tres siglos de dominación de la minoría blanca.

En su investidura decía «Estamos forjando una alianza que nos permitirá construir una sociedad en la que todos los sudafricanos, negros y blancos, puedan caminar con la cabeza alta (...) una nación arco iris en paz con ella misma y con el mundo».

Cuando se retiró de la política activa continuó como mediador en procesos de paz, a luchar contra el sida uno de sus hijos murió de la enfermedad, y a la infancia desfavorecida.

Nelson Rolihlalha («el que dió problemas») ha dedicado toda su vida a intentar solucionar los problemas de su pueblo y de la humanidad.

«El nombre de Mandela revolvió nuestras conciencias y nuestros corazones. Se convirtió en un sinónimo de la lucha por la dignidad y por la libertad en todo el planeta», ha dicho el primer ministro irlandés, Enda Kenny, tras conocer su muerte.

«Hizo más de lo que se puede esperar de cualquier hombre», ha dicho el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que le visitó hace unos meses cuando Madiba estaba ya muy enfermo. «El día que fue liberado entendí lo que un hombre puede conseguir con sus esperanzas dejando a un lado sus miedos».

Pero ha sido el propio Mandela el que nos ha dejado su mejor epitafio: «La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad.