Rabobank, un banco contra la extracción del gas de esquisto

El banco más importante de Holanda, Rabobank, no financiará proyectos de extracción de gas de esquisto, hasta que no quede claro que no es perjudicial para el medioambiente. Los responsables de la entidad aseguran que «no van a beneficiarse de una energía que consideran contaminante». Una medida muy arriesgada, si se tiene en cuenta que en Estados Unidos, es el principal prestamista de agricultores, que viven inmersos en una auténtica «fiebre del esquisto».

Esquisto_esquema
Esquisto_esquema/ Foto: US EIA

Se le conoce también como la «segunda fiebre del oro» porque los propietarios de tierras poseen la propiedad del subsuelo, mientras que en Europa el estado es el dueño de esa zona. En un reciente informe del banco, recogido por el diario holandés Trouw, Rabobank, mantiene sus inversiones y ayudas en actividades que potencien el desarrollo sostenible. Según un portavoz de la empresa, la política del banco es no invertir en la extracción de combustibles fósiles si no están claros los riesgos y las consecuencias que pueden comportar.

En el informe se establecen las condiciones para invertir en negocios de extracción, transporte y producción. Entre los requisitos que se exigen están la legalidad, el respeto a los derechos humanos, al medio ambiente, a las áreas protegidas, a la transparencia de las acciones y a la obtención de combustibles fósiles de forma convencional. Además se tiene en cuenta que las actuaciones privadas no contaminen el suelo, el agua o el aire, no afecten a la pérdida de la biodiversidad y se tengan en cuenta las condiciones de trabajo.

Rabobank es un banco cooperativo, hace unos meses Piet Moerland, gerente de la entidad y presidente de la Asociación Europea de Bancos Cooperativos, señalaba que «el modelo empresaria cooperativo está subestimado en los medios de comunicación» y ha sido olvidado por legisladores y los marcos normativos

En sus informes a largo plazo, este banco considera que la administración estadounidense mantiene una firme apuesta por la energía renovable, igual que China, donde el gobierno ha potenciado la energía fotovoltaica y eólica. Las perspectivas son menos positivas para Europa, donde ha habido «un parón» de la economía verde y parece poco probable que se alcance la obtención del 20% de la energía mediante las renovables. Países como Alemania continuarán avanzando aunque de forma más lenta, pero descenderá en Holanda y el Reino Unido.

Holanda está a punto de presentar un informe encargado por el ministerio de economía sobre la extracción de este tipo de gas del subsuelo. Se calcula que unos 170 municipios tienen importantes reservas de este tipo de combustible, que se obtiene horadando el suelo a grandes profundidades extrayendolo mediante el bombeo de agua, mezclada con tierra y productos químicos, que lo convierte en un gran contaminante del terreno. En Holanda, está creciendo el número de personas que se opone a este tipo de extracción, incluso grupos tan importantes como Heineken, han mostrado su oposición al fracking, debido al riesgo de contaminación que existe.