Portugal hacia el precipicio

La Comisión Europea ha pedido a Portugal estabilidad política para poder continuar las reformas que «ya han dado muestras de recuperación económica». Bruselas ha advertido a Lisboa de los riesgos que supone la inestabilidad política para su acceso a la financiación en los mercados y su recuperación económica. Barroso ha dicho que «la reacción inicial de los mercados puede poner en peligro la credibilidad financiera».

Passos Coelho dando un discurso
Passos Coelho / Foto: Gobierno Portugal

La crisis del gobierno portugués se abrió el lunes con la dimisión del ministro de finanzas y número dos del ejecutivo, Vítor Gaspar y la del responsable de Exteriores, Paulo Portas, el martes. El exprimer ministro portugués, y presidente de la Comisión Europea, Barroso ha dicho que «esta situación delicada requiere un gran sentido de la responsabilidad» de todos los políticos. Y ha añadido que «esperamos que la democracia portuguesa encuentre una solución que asegure que los sacrificios que los portugueses han hecho hasta ahora no han sido en vano».

El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, ha mantenido una primera reunión con los líderes de los partidos políticos. El socialista, Antonio José Seguro, líder de la oposición, ha pedido elecciones anticipadas el 29 de septiembre, porque «Portugal necesita un gobierno fuerte que equilibre las cuentas». La dimisión de los dos máximos representantes de los democristianos portugueses, Paulo Portas es el presidente de la (CDS-PP), han dicho que negociarán su permanencia en el ejecutivo de Passos Coelho buscando «una solución fiable para la gobernabilidad» del país.

Dentro de 12 días está previsto que los técnicos de la UE y el FMI visiten de nuevo Lisboa para evaluar el cumplimietno del programa de ajustes vinculado al préstamo de estas instituciones, de 78.000 millones de euros. Las políticas de austeridad adoptadas para reducir 4.700 millones de euros y que imponen los organismos internacionales, han aumentado las divergencias entre los dos socios de gobierno. Se prevé reducir el número de funcionarios, recortes salariales y un nuevo impuesto sobre las pensiones, algo que los democristianos quieren evitar a toda costa.

La crisis política portuguesa, que coincide con la situación en Egipto, las discrepancias políticas en Grecia y el aumento del precio del petróleo-, ha arrastrado a las bolsas europeas, encabezadas por Lisboa y Madrid, que han perdido 5,3%, la primera y un 1,56 la segunda. Otros mercados europeos también han sufrido descensos. Milán (0,54%), Fráncfort (1,03%), Londres (1,18%) y París (1,08%). La prima de riesgo en Portugal se ha situado al cierre de los mercaados en 568 puntos básicos, aunque había alcanzado los 655. La española ha subido diecinueve puntos básicos, situándose en 311.