Un ojo basado en el de las moscas para evitar accidentes

Un proyecto europeo en el que se ha emulado los ojos de un insecto servirá para ayudar a prevenir accidentes. Científicos de Suiza, Alemania y Francia del proyecto CURVACE, financiado por la UE, tras cuatro años de investigación, han conseguido un ojo parecido al de la mosca del vinagre capaz, entre otras cosas, de ayudar a personas y vehículos a anticiparse a obstáculos y colisiones.

un cilindro metálico con diversas conexiones
Ojo artificial/ Foto: CURVACE

L´École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) de Suiza, la Universidad de Aix-Marsella y el CNRS de Francia, la Universidad de Tubinga y el Instituto Fraunhofer de Óptica Aplicada e Ingeniería de Precisión de Alemania, han dado por concluido el proyecto CURVACE después de casi cuatro años. Han estudiado el funcionamiento de los ojos de los insectos a fin de diseñar y fabricar los primeros ojos artificiales en miniatura compuestos de superficie curvada plenamente funcionales.

Los científicos han diseñado un ojo de similares características y funcionalidades a las del ojo de la mosca del vinagre y de otros artrópodos. Es un pequeño objeto cilíndrico que podrá utilizarse, por ejemplo, en los drones con el objetivo de garantizar una navegación basada en la visión sin riesgo de colisiones y evitar así obstáculos.

También, podrá ser insertado en automóviles para la detección temprana de obstáculos y ayudar a prevenir accidentes, evitar el atropello de los peatones detectándolos rápidamente al acercarse demasiado a ellos o ayudar en otro tipo de maniobras.

Será muy útil en la confección de ropa inteligente para ayudar a las personas con deficiencias visuales colocándolos en puntos estratégicos como viseras o sombreros. Otra de sus aplicaciones será en las mismas dependencias del hogar, tanto en el mobiliario como en las paredes, para prevenir accidentes infantiles o ayudar a las personas ancianas.

Con un presupuesto de 2,73 millones de euros, de los cuales 2,09 millones han sido financiados a través del programa FET-Open de la Comisión Europea, dio comienzo el 1 de octubre de 2009.

El programa forma parte del capítulo «Ciencia excelente» de Horizonte 2020 (Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE) encargado de impulsar nuevas ideas en materia de ciencia y tecnología embrionarias, visionarias y arriesgadas.

Los ojos creados por el proyecto CURVACE poseen un reducido espesor y un diámetro de solo 12,8 mm. Su peso es de 1,75 gramos y están formado por 630 unidades de base u omatidios, repartidas en 42 columnas con 15 sensores cada una.

Cada uno de estos omatidios se compone de una lente combinada con un píxel electrónico. De gran flexibilidad, posee avanzadas propiedades ópticas, un campo de visión panorámico sin distorsiones de 180º x 60º y una gran profundidad de campo, pudiéndo adaptarse a una amplia variedad de condiciones de iluminación.

Neelie Kroes, Vicepresidenta de la Comisión Europea, ha declarado, «La naturaleza nos ofrece soluciones extremadamente sofisticadas para resolver los problemas que se plantean. Los programas de investigación financiados por la CE son una fuente de inspiración y nos permiten comprender, copiar y recrear a escala industrial algunos de los prodigios que la naturaleza pone en nuestras manos para así mejorar las vidas de nuestros conciudadanos»