El Estado de la Unión 2013

José Manuel Barroso: «No es momento de tirar la toalla, hay que arremangarse»

Un discurso que algunos eurodiputados han tachado de demasiado optimista. Barroso ha dicho, probablemente en su último discurso del Estado de la Unión, que sin echar las campanas al vuelo «se nota la recuperación» de Europa. Una salida débil de la crisis, que «le debemos a nuestros 26 millones de desempleados» en especial a los jóvenes que necesitan de nosotros esperanza y confianza.

José Manuel Barroso en el Parlamento Europeo leyendo el discurso
José Manuel barroso, lee el discurso del Estado de la Unión 2013/ Foto: CE

Barroso ha recordado que en el Estado de la Unión del año pasado dijo que «a pesar de todos estos esfuerzos, nuestras respuestas no han convencido a los ciudadanos, ni a los mercados ni a nuestros socios internacionales».

No es el caso de este año cuando, ha dicho, «nuestros esfuerzos han empezado a dar fruto», los países más vulnerables pagan menos por financiarse. Las primas de riesgo presentan un descenso generalizado. La producción industrial está creciendo. Vuelve la confianza a los mercados. Los mercados de valores están funcionando bien. Las perspectivas de negocio mejoran constantemente así como la confianza de los consumidores, ha dicho.

Los países más débiles durante la crisis comienzan a notar resultados positivos

Barroso ha hecho un repaso de los países con más problemas. En España, ha explicado que aumenta la competitividad y las exportaciones de bienes y servicios representan ahora el 33 % del PIB, el máximo desde la entrada en el euro.

Irlanda, ha sido capaz definanciarse en los mercados de capitales desde el verano de 2012, y se espera que su economía crezca en 2013 por tercer año consecutivo, las empresas manufactureras han vuelto a readmitir a los trabajadores.

En Portugal, la deuda externa, que era estructuralmente negativa, se está equilibrando, y el crecimiento se está recuperando después de varios trimestres en números rojos.

Grecia ha completado, en solo 3 años, un ajuste fiscal verdaderamente notable y está a punto, ha dicho Barroso, de «ganar competitividad por primera vez en décadas».

Finalmente Chipre, está realizando las reformas necesarias.

Lo que queda por hacer

En primer lugar terminar la unión bancaria en la eurozona, «la primera y más urgente fase para profundizar nuestra unión económica y monetaria, conforme a lo previsto en el Plan que la Comisión presentó el pasado otoño».

El proceso legislativo sobre el mecanismo único de supervisión está casi terminado. El siguiente paso es la valoración independiente de los activos de los bancos por parte del BCE, antes de que asuma sus funciones de supervisión.

La siguiente tarea que la UE debe acometer es el Mecanismo único de resolución que Barroso cree que se puede adoptar en lo que queda de legislatura. «Es la manera de asegurarse que los contribuyentes ya no son los que están en primera línea de fuego a la hora de asumir el precio del cierre de un banco. Es la forma de avanzar en la desvinculación de los bancos y la deuda soberana».

Y es también la forma, ha añadido Barroso, de ayudar a que vuelvan los préstamos a la economía real, en particular a las PYME. «Porque a pesar de la política monetaria que se ha implementado, el crédito no fluye todavía lo suficiente en la zona euro». Y eso, ha añadido, se debe abordar con decisión.

En el horizonte, extender el sistema de funcionamiento del mercado único a otras áreas como las comunicaciones, la energía, las finanzas o el comercio electrónico, en definitiva completar la conexión Europea.

Invertir más en ciencia

Hay que invertir más en Innovación, tecnología y ciencia. «El mundo está cambiando dramáticamente», ha dicho, «creo que muchas de las soluciones van a venir, de Europa y de fuera de Europa, a partir de nuevos estudios de la ciencia y de las nuevas tecnologías. Y me gustaría que Europa liderará este esfuerzo mundial.»

Ha anunciado nuevas propuestas de política industrial, energía y lucha contra el cambio climático hasta 2030, además de continuar con el trabajo sobre el impacto de los precios de la energía, la competitividad y la cohesión social.

Barroso ha hecho hincapié en la necesidad de trabajar todos juntos y lo ha hecho de una manera enérgica «Lo que hoy quiero decir está claro: hay que trabajar juntos. No es el momento de tirar la toalla, es hora de arremangarse».

¿Como será la salida de la crisis?

«Son tiempos difíciles y nada volverá a ser como era». «Esta crisis es diferente. Esto no es una crisis cíclica, sino estructural. No vamos a volver a la antigua normalidad». Para Barroso estamos en un período de transformación de la historia y hay que encontrar una «nueva normalidad».

Hay que seguir con la idea de Europa que debe ir más allá de la economía. «El ideal europeo toca los fundamentos mismos de la sociedad europea. Se trata de los valores, y subrayo esta palabra: los valores. Basados firmemente en las normas políticas, sociales y económicas, apoyados en la economía social de mercado.»

Algunos eurodiputados han reprochado a Barroso una visión demasiado optimista de la realidad.

La diputada de los Países Bajos, Laurence Stassen le ha preguntado que de qué planeta viene y le ha recomendado que vaya a la calle a comprobar si las cosas están mejorando. Juan López Aguilar ha dicho que en España la gente está abandonando la esperanza de conseguir un trabajo, mientras que el presidente de los Socialistas y Demócratas europeos, Hannes Swoboda, le ha recordado que en Grecia hay un 60 % de desempleo juvenil y que en España el mes pasado se crearon 31 puestos de trabajo. «Sólo 31. Es un escándalo», ha dicho.