Napolitano abandonará la presidencia de Italia en enero

Napolitano abandona el barco. El actual presidente de la República italiana ha decidido que a sus 89 años, otros comanden la agitada imbarcazione en la que se ha convertido el gobierno italiano durante los últimos años. Y todo ello en el contexto de una crisis económicaque se resiste a marcharse de Italia y amenaza constantemente a volver a poner patas arriba a los demás estados miembros con nuevos fantasmas a modo de recesión.

Giorgio Napolitano
Giorgio Napolitano

Napolitano abandona el barco. El actual presidente de la República italiana ha decidido que a sus 89 años, otros comanden la agitada imbarcazione en la que se ha convertido el gobierno italiano durante los últimos años. Y todo ello en el contexto de una crisis económica que, al igual que ocurre en otros países de la Unión Europea, se resiste a marcharse de Italia y amenaza constantemente a volver a poner patas arriba a los demás estados miembros con nuevos fantasmas a modo de recesión.

Dentro de poco más de un mes, Giorgio Napolitano http://www.quirinale.it/qrnw/statico/lingue/es/es-nap-biografia.htm dirá adiós a la presidencia de Italia y a la política en general, tras cumplir siete décadas al frente de un activismo político que empezó allá por 1945 con su afiliación al Partido Comunista Italiano. Abogado de profesión y diputado desde 1953, Napolitano es presidente del país desde 2006, el número 11 en la historia de la democracia italiana y el único en ser reelegido en el cargo.

Para muchos es un símbolo de unidad en el país y, lamentan su decisión precisamente en estos momentos de inestabilidad económica en la que tanto Italia como Francia, están consideradas por muchas voces desde Bruselas como los actuales dos grandes problemas de la UE en términos económicos. Napolitano, conocido como el rey Giorgio, pone en un aprieto a Italia cara a escoger a su sustituto, poco dada últimamente a conseguir unanimidad en este tipo de elecciones.

El actual primer ministro, Matteo Renzi ya trabaja para buscar un nombre consensuado con las otras fuerzas políticas presentes en el agitado Parlamento italiano. Donde no existe una mayoría clara y donde los partidos políticos se encuentran completamente divididos.

El 20 de abril de 2013, Giorgio Napolitano era reelegido como Presidente de la República, tras no haber acuerdo entre los principales partidos acerca de quién debía ser su sucesor. Aquel día, Napolitano supuso todo un alivio tras días de parálisis total en el país, donde no se conseguía formar Gobierno y ni tan siquiera elegir un jefe de Estado.

Buscando un candidato estabilizador

En estos momentos, Renzi tiene uno de los papeles más delicados de su corta vida como primer ministro. Y es que ni en su mismo partido, el Partido Demócrata, hay unanimidad acerca de quién es el mejor candidato. A esto, se le añade tener que batallar con las preferencias del Nuevo Centro Derecha de Angelino Alfano y de Forza Italia de Berlusconi.

El actual presidente del Senado, Pietro Grasso ha sido descartado por ambos grupos dado su carácter progresista. Y así, la búsqueda contrarreloj continua, aunque Romano Prodi, ex primer ministro y ex presidente de la Comisión Europea, se sitúa últimamente en las mejores posiciones de las encuestas, algo que no significa nada en la convulsa política italiana. Ya en 2013, el mismo PD de Renzi impidió la elección de Prodi. Suma y sigue.

En un pleno que tendrá lugar el 28 de enero, se elegirá al sustituto de Napolitano -se espera que renuncie oficialmente sobre el día 15 y no antes, ya que el día 13 termina el semestre de presidencia italiana de la UE-. Otros nombres que suenan en las quinielas son Emma Bonino, ex comisaria europea y ex ministra de exteriores, y Giuliano Amato ex presidente del gobierno.

El gran miedo de Napolitano, aseguran, es la celebración de elecciones anticipadas italianas ya que volverían a traer, «inestabilidad» a Italia.