A Juncker le está costando trabajo encontrar mujeres para la Comisión

Este jueves termina el plazo para que los Estados miembros envíen los nombres de sus candidatos para la que será la nueva Comisión Europea. La llamada de Juncker pidiendo más mujeres parece haber caído en saco roto; los nombres que han presentado por el momento los Estados miembros, suenan más a hombre que a mujer. El Parlamento europeo podría rechazar la lista por falta de paridad.

Colegio de comisarios
Actual colegio de comisarios/ Foto: CE

Durante la campaña electoral, Jean-Claude Junker, prometió que habría un 40% de mujeres en la CE y que otorgaría un alto rango o la vicepresidencia a los países que presentaran una mujer como candidata.

También, las Comisarias de Barroso pidieron en una carta al presidente de la CE que designase al menos a 10 mujeres, pero hasta ahora, los nombres anunciados corresponden principalmente a hombres.

Finlandia apuesta por Jyrki Katainen, Eslovaquia por Maros Sefcovic, los alemanes han escogido a Günther Oettinger, Polonia a Radoslaw Sikorsk, Frans Timmermans en Holanda, Carl Bildt en Suecia y Austria a Johannes Hahn. Se espera que Gran Bretaña nomine a Jonathan Hill.

A pesar de las promesas, solo Bulgaria y la República Checa, han presentado mujeres para ocupar los puestos.

Chequia propone a Vera Jourva, ministra de desarrollo local a quien su gobierno le gustaría ver hacerse cargo de las carteras de política regional, transporte, industria, administración o agenda digital.

Los búlgaros siguen apostando por Kristalina Georgieva, actual Comisaria de Ayuda Humanitaria.

En el apartado de posibles, la ministra de Asuntos Exteriores italiana, Federica Mogherini, podría trasladarse a Bruselas, Dinamarca apostaría por Helle Thorning-Smith, mientras que Bélgica tiene hasta el 1 de agosto para decidirse, aunque se apuesta por la eurodiputada de centro-derecha, Marianne Thyssen.

Por lo demás, Francia ha anunciado este miércoles la candidatura de Pierre Moscovici, exministro de Economía, quien se espera que opte a una cartera económica.

El país galo barajaba otros dos nombres y los dos de mujeres, el de Pervenche Berès, cabeza de la delegación socialista francesa en el PE y Elisabeth Giugou, quien se esperaba que podría ocupar el cargo de Alto Representante de Asuntos Exteriores.

Grecia ha designado al ministro de Defensa, diplomático de carrera y también exministro de Exteriores, Dimitris Avramopoulos, como candidato para el nuevo ejecutivo de la UE. Atenas estaría interesada en ubicarlo en asuntos internos que tiene competencia en inmigración, aunque teniendo en cuenta el perfil del candidato, el puesto de jefe de asuntos exteriores de la UE como una solución de compromiso entre los países occidentales y del este de Europa, sería otra posibilidad.

En España, el eurodiputado y candidato nombrado, Miguel Arias Cañete, podría tener problemas para pasar las audiciones y pruebas a las que el Parlamento europeo somete a los futuros comisarios, debido a las declaraciones machistas sobre la inferioridad intelectual de las mujeres durante la pasada campaña electoral europea.

El Parlamento Europeo, estudiará la lista pero, como explicaba el politólogo del Center for European Policy Studies (CEPS), Marco Incerti, «resulta muy difícil imaginar que el Parlamento Europeo respalde en otoño un colegio de comisarios con menos mujeres que el actual, nueve».

«Al final, la negociación se zanja basándose en criterios de nacionalidad, familia política y género, más que por argumentos de sustancia o de la persona con más valía para uno u otro puesto», reflexiona el politólogo del CEPS.

Europa, un club de caballeros

Todos los presidentes de la Comisión han sido hombres, desde Walter Hallstein en 1958 a Jean-Claude Juncker en 2014.

Las primeras mujeres comisarias fueron la francesa Christiane Scrivener y la griega Vasso Papandreou, durante la etapa de Jacques Delors en 1989, desempeñando las carteras de Fiscalidad y Unión Aduanera y de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales, respectivamente.

En 1995, Francia, Reino Unido y Alemania, tenían dos comisarios; 18 en total para los 15 Estados miembros y el número de mujeres aumentó a cinco.

La francesa Edith Cresson (Investigación, Innovación y Ciencia), la italiana Emma Bonino (Política de Consumidores y Pesca), Ritt Bjerregaard de Dinamarca (Medioambiente y Seguridad Nuclear), la alemana Monika Wulf-Mathies (Política Regional) y la sueca Anita Gradin (Inmigración, Justicia y Asuntos de Interior).

En la Comisión Prodi (1999-2004), el número de mujeres aumentó al 25%, con las comisarias de España, Grecia, Luxemburgo y Suecia.

Tras la ampliación de 2004 con Europa del Este, muchos países enviaron mujeres a la Comisión, entre ellos Polonia, Letonia y Lituania. En la primera Comisión de Durao Barroso (2004-2009), Suecia, Luxemburgo, Holanda, Dinamarca, Austria, Bulgaria, Chipre, Reino Unido, Polonia y Lituania designaron mujeres. Las comisarias de Polonia y Lituania abandonaron posteriormente la Comisión y fueron sustituidas por hombres. En total 8 mujeres.

En la segunda Comisión Barroso (2010 – 2014), Grecia envió a una mujer, María Damanaki encargada de pesca.

En 2010, la Comisión aprobó una Carta de la Mujer para 'promover de forma más eficaz la igualdad entre mujeres y hombres en Europa y en el mundo'.

En ella la Comisión subraya la necesidad de contemplar la igualdad de género en el conjunto de sus políticas, aunque le está resultando difícil de cumplir.