Los dos satélites Galileo pendientes de un hilo

El programa geoespacial europeo Galileo no va a poder utilizar a los dos satélites que lanzó la ESA y que fueron a parar a una órbita que no era la debida. Mientras que la Agencia Espacial Europea todavía mantiene esperanzas de que sean útiles el representante francés en el proyecto ha dicho de manera taxativa que no se van a poder recuperar para el programa.

Los dos satélites Galileo están bien y bajo control
Momento en el que Fregat se separa del satélite
Recreación del momento en el que Fregat se separa del satélite/ Foto: ESA/ J.Huart 2014

El programa geoespacial europeo Galileo no va a poder utilizar a los dos satélites que lanzó la ESA y que fueron a parar a una órbita que no era la debida. Mientras que la Agencia Espacial Europea todavía mantiene esperanzas de que sean útiles el representante francés en el proyecto ha dicho de manera taxativa que no se van a poder recuperar para el programa.

Los dos satélites continúan en la órbita errónea apuntando hacia el Sol y desde la Agencia de seguimiento mantienen contacto con ellos y la esperanza de que puedan ser útiles, pero el presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia y representante de su país en el proyecto con el que Europa quiere hacer la competencia al GPS estadounidense, Jean-Yves Le Gall ha dicho claramente que no servirán.

«No serán recuperables (para la navegación) porque su órbita no es circular como debería haber sido y por lo tanto no están en un buen plano orbital. No podrán, por tanto, servir a la misión Galileo», explica el exastronauta en una entrevista que hoy publica la revista «Usine Nouvelle».

Sin embargo, los dos satélites llamados «Doresa» y «Milena», podrán ser útiles para «efectuar pruebas de órbita y validar su funcionamiento». Las consecuencias de este fallo no serán graves – dice - Le Gall, aunque puede provocar un retraso en los siguientes envíos de satélites.

Es fundamental conocer lo antes posible las causas por las que ambos satélites han terminado en una órbita errónea. La comisión de investigación ya tiene una idea.

«Lo más probable es que la disfunción se produjera en el cuarto piso del Soyuz, llamado Fregat, que sitúa los satélites en su órbita definitiva tras dos impulsiones consecutivas. Por un motivo todavía desconocido, el segundo impulso no se dio en la buena dirección».

Le Gall señala que el cohete ruso Soyuz no es el culpable del error, sino el sistema Fregat, concebido conjuntamente por rusos y europeos.

Para el presidente del CNES se trata «de un error de producción» que puede estar ligado a los problemas que atraviesa la industria espacial rusa en los últimos años.

«La comisión de investigación debe determinar si se trata de un elemento mal programado o de un equipamiento defectuoso»