Falta de posición común en la lucha contra el cambio climático

La Cumbre sobre el Clima de Naciones Unidas que ha arrancado hoy en Nueva York es el enésimo intento del actual Secretario General, Ban Ki Moon, de reunir a los líderes mundiales y pactar soluciones en la lucha contra el Cambio Climático. Sin embargo, los Estados miembros llegan a la cita sin tener una posición común.

Mesa de discusión en la Cumbre
José Manuel Barroso, presidente de la CE y Connie Hedegaard, comisaria de Acción por el Clima, en la cumbre de la ONU de cambio Climático/ Foto: CE

El Presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, se ha felicitado por la lucha llevada a cabo contra el cambio climático en Europa, mientras que su economía ha seguido creciendo, con permiso de la última crisis económica que pronto cumplirá su séptimo aniversario. «Desde 1990, las emisiones de efecto invernadero han descendido un 19%, mientras que nuestro PIB [el de la UE] ha crecido un 45%, lo que demuestra que la protección del clima y una economía fuerte puede, y debe, ir de la mano», ha señalado Barroso en su discurso en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. También ha anunciado la ayuda de 3.000 millones de euros en los próximos años para apoyar la energía sostenible en los países en vías de desarrollo.

La Comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, también ha acompañado a Barroso, como representantes del Ejecutivo europeo, pero no de una posición común europea. Al encuentro también asisten los Reyes Felipe y Letizia en representación de España, la presidenta lituana Dalia Grybauskaité, el presidente francés, François Hollande y el primer ministro italiano Matteo Renzi. Así como representantes de Alemania, Luxemburgo, Dinamarca, Irlanda, Malta, Grecia, Letonia, Finlandia, Estonia, Eslovenia, Países Bajos, Croacia, Bélgica o el Reino Unido.

Prácticamente todos los Estados miembros participan en un evento en el que Europa no tendrá una sola voz, fuentes comunitarias así lo confirman, «no hay una única posición común». Todos están a favor de la lucha contra el Cambio climático, el cómo es más difícil de discernir.

La Conferencia sobre el Clima de Nueva York pretende aunar fuerzas y allanar el camino a Perú, paso previo para el acuerdo global al que se quiere llegar en París 2015, con un texto que se pretende que sea vinculante, como ya lo fue Kyoto. Hay que decir que del acuerdo que se firmó en 1992 en la ciudad japonesa, sólo se han cumplido 4 puntos de los noventa .

Por su parte España llega a la Cumbre con la representación del Rey Felipe VI, pero no política, el presidente español Mariano Rajoy se ha marchado hoy a China, país que, por cierto, según ha publicado la revista Nature Geoscience esta semana, es el que más contaminó en el último año en el mundo.

Por su parte, el estado español es uno de los que más sufren las consecuencias del Cambio climático por su clima mediterráneo. Según los expertos, su situación geográfica propiciará mayores subidas de temperatura y del nivel del mar, debido a los efectos de la emisión de gas invernadero. Bruselas ha reprendido con anterioridad a Madrid por sus recortes en materia de energías renovables, como los 1.600 millones de euros destinados al sector y que el gobierno decidió retirar.

Según organizaciones como Ecologistas en Acción, durante su mandato el ex ministro de Agricultura y Medio ambiente, Miguel Arias Cañete, dejó «abandonada» la lucha contra el cambio climático, una cartera que se le ha asignado en la nueva Comisión Juncker. España, además, mantiene sus subvenciones a la industria del carbón, así como la promoción de la búsqueda de prospecciones petrolíferas en las islas Canarias.

No obstante, el Estado español, en tanto que miembro de la UE, debe cumplir el programa marco de energía y clima 2030, con el que la Comisión Europa pretende que se reduzca en un 40% los gases invernadero, incrementar la eficiencia energética un 30% y que el 27% de la energía que se consuma provenga de renovables.

Esta vez las organizaciones ecologistas, como WWF, piden que la Cumbre no sea un papel mojado, que haya «acción, y no palabras». Así, diferentes entidades piden que no se repita el fracaso de la anterior Cumbre de Copenhague en 2009. Año en que el mundo estaba inmerso en una crisis financiera global y y los líderes estaban más pendientes de los números en las bolsas que en los centímetros del agua del mar que, por el momento, crece sin parar.