El derecho humano al agua, un camino de obstáculos en Europa

La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado favorablemente un informe para dar validez a la primera Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) que ha tenido éxito y que exige, a través de casi dos millones de firmas, una gestión pública y acorde con los derechos humanos del agua y del saneamiento.

Un río
Avanza la iniciativa ciudadana del agua/ Foto:CE

La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado favorablemente un informe para dar validez a la primera Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) que ha tenido éxito y que exige, a través de casi dos millones de firmas, una gestión pública y acorde con los derechos humanos del agua y del saneamiento (llamada Right2Water).

«Los ciudadanos europeos se han pronunciado una y otra vez a favor del agua como un derecho humano y un bien común. Cuando se les preguntó, apoyaron masivamente gestión pública del agua», ha recordado el jefe de campañas de la organización Food & Water Europe, David Sánchez, una de las organizaciones impulsoras de la ICE. «Los eurodiputados de la Comisión de Medio Ambiente piden a la Comisión Europea que actúe en consecuencia. Esperamos que la votación en sesión plenaria del Parlamento en septiembre confirme este resultado y que la Comisión finalmente escuche a los ciudadanos de la UE», ha añadido.

Esta votación, y la prevista para después del verano, son un paso más en el largo proceso de esta ICE que, tras lograr en tiempo un récord de firmas, está teniendo un avance muy lento dentro de las instituciones europeas. En marzo de 2014, la Comisión Europea decidió dejar en manos de los Estados miembros la decisión sobre la manera de legislar en temas de suministros de agua y saneamiento, una postura que no satisface a The European Water Movement. Posteriormente decidió hacer una consulta pública en internet con preguntas muy básicas cuyos datos finales indican que el 81 por ciento de las personas encuestadas considera 'bueno' el acceso al agua potable y limpia en el lugar donde vive.

Esta postura de la Comisión ha despertado recelos entre los colectivos organizadores de la ICE. «A pesar de la propaganda, la respuesta es sólo una recopilación de medidas ya en curso. No aborda ninguna de las demandas de los ciudadanos», criticó el pasado febrero Sánchez.

«Lamentable» respuesta de la Comisión

A pesar de estos jarros de agua fría iniciales, la votación de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento ha sido una buena noticia y una esperanza para que el proceso siga hacia adelante. Y es que, entre otras cuestiones, este comité ha tachado de «lamentable» la respuesta de la Comisión Europea a la ECI por carecer de ambición real, y solicita que se presenten propuestas legislativas para que el derecho humano al agua sea una realidad en el continente.

Además rechaza los cortes de agua y los califica como una violación del derecho humano, algo que ya había afirmado también la anterior relatora de la ONU por el derecho humano al agua y al saneamiento. Los parlamentarios expresan su preocupación por la situación de países como España, Portugal, Grecia o Irlanda, donde los servicios se están privatizando y pide a la Comisión Europea de no empuje hacia este camino en el contexto de las medidas de austeridad. También pide que se quite al agua de todos los acuerdos comerciales.

Días antes de la votación, se puso en marcha una iniciativa para enviar cartas y correos electrónicos a los parlamentarios que participaban recordando la importancia de este asunto. «Estoy intentando trabajar en este sentido a pesar de la fuerte oposición de los grupos de derecha ante un tema tan sensible y a pesar, también, de la descorazonadora respuesta que la Comisión Europea ha dado a la iniciativa ciudadana del Right2Water», ha respondido la europarlamentaria socialista Iratxe García a las personas firmantes.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Además de la batalla por el agua pública en Europa, diversos colectivos de todo el mundo se están movilizando para lograr que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que ahora se están negociando y se aprobarán a lo largo del año, se incluya la gestión del agua con el matiz de «equitativa y sostenible», evitando el adjetivo de «eficaz». Con ello se busca lograr que en la jerarquía de los usos del agua, que son muchos, se dé prioridad a los derechos humanos.