Un devorador de materia espacial se despierta tras 26 años de calma
ESA

Durante la pasada semana el satélite de la ESA Integral ha estado observando un excepcional estallido de radiación de alta energía producida por un agujero negro que devora material de su compañero de masa estelar. Los rayos X y gamma proceden de los más extremos fenómenos en el universo, como explosiones estelares, potentes estallidos y agujeros negros devorando la materia a su alrededor.

Un gran círculo de color morado y una estrella muy roja
El despertar de un agujero negro/ Foto: ESA

Durante la pasada semana el satélite de la ESA Integral ha estado observando un excepcional estallido de radiación de altra energía producida por un agujero negro que devora material de su compañero de masa estelar.

En contraste con la pacífica vista del cielo nocturno que vemos con nuestros ojos, el cielo visible desde la alta frecuencia es un dinámico espectáculo de luz, con fuentes cuyo brillo cambia en unos minutos de forma drástica, o en escalas de tiempo de años o incluso décadas.

El 15 de junio de 2015 un viejo conocido de los astrónomos de rayos X y gamma hizo su reentrada en la escena cósmica: V404 Cygni, un sistema compuesto por un agujero negro y una estrella compañera, que se orbitan mutuamente. Está en nuestra galaxia, la Vía Láctea, a casi 8.000 años luz de distancia de la constelación de El Cisne.

En este tipo de sistema binario la materia fluye desde la estrella al agujero negro; antes de caer al agujero en espiral, forma un disco a su alrededor, donde se calienta y brilla mucho en las distintas longitudes de onda, óptico, rayos X y ultravioleta.

Los rayos X y gamma proceden de los más extremos fenómenos en el universo, como explosiones estelares, potentes estallidos y agujeros negros devorando la materia a su alrededor.

Los primeros indicios de la renovada actividad en V404 Cygni los detectó el telescopio Burst Alert a bordo del satélite Swift, de la NASA, que registró un repentino aumento de rayos gamma, lo que le llevó observarlo también con su telescopio de rayos X. Poco después MAXI (Monitor of All-sky X-ray Image), que partió del Módulo de Experimentos Japonés a bordo de la Estación Espacial Internacional, observó un destello de rayos X en la misma región del cielo.

Estas primeras detecciones desencadenaron una campaña masiva de observaciones con telescopios basados en tierra y espaciales, para vigilar V404 Cygni a muy diferentes longitudes de onda. Como parte de este esfuerzo internacional, el observatorio de rayos gamma de la ESA, Integral, empezó a observar el agujero negro el 17 de junio.

«El comportamiento de esta fuente es por ahora extraordinario, con repetidos flashes brillantes en períodos de menos de una hora, algo visto muy raramente en otros sistemas con agujeros negros», comenta Erik Kuulkers, jefe científico de Integral, de la ESA.

«En estos momentos se convierte en el objeto más brillante de todo el cielo en rayos X, hasta 50 veces más brillante que la nebulosa del Cangrejo, una de las fuentes más brillantes en el cielo a alta energía».

El sistema V404 no se mostraba así de activo desde 1989, cuando fue observado con el satélite japonés de rayos X Ginga, y con instrumentos de alta energía a bordo de la estación espacial Mir.

«La comunidad científica no puede estar más emocionada: muchos de nosotros ni siquiera éramos astrónomos profesionales por entonces, y los instrumentos y equipos de hace tres décadas no son comparables a la flota de telescopios espaciales y la amplia red de telescopios basados en tierra de la que disponemos hoy. Esta oportunidad es de las que se dan una vez en la vida profesional», dice Kuulkers.