A Coruña, hasta el 3 de febrero

Un mundo flotante. Fotografías de Jacques Henri Lartigue Museo de Arte Contemporáneo de Gas Natural Fenosa

El Museo de Arte Contemporáneo de Gas Natural Fenosa (Macuf) acogerá hasta el 3 de febrero, en su sede de A Coruña, la exposición 'Un mundo flotante. Fotografías de Jacques Henri Lartigue (1894-1986)' que reúne alrededor de 200 piezas que reflejan, a través de la mirada del artista, las formas de vida que surgieron en las primeras décadas del siglo XX en Francia.

La exposición, organizada por la Obra Social 'la Caixa', es la primera gran muestra antológica del fotógrafo que se realiza en España, según ha apuntado en la presentación la directora del Macuf, Carmen Fernández, quien cree que con esta muestra se dará a conocer a uno de los grandes fotógrafos del siglo pasado. Así, la muestra comisariada por Florian Rodari y Martine d'Astier de la Vigerie reúne piezas procedentes de la Donation Jacques Henri Lartigue de París, entidad que vela por la donación que el fotógrafo hizo en 1979 al Estado francés, y entre las que se encuentran copias modernas e instantáneas originales tomadas y reveladas por el propio artista, así como cámaras y cuadernos.

Según ha apuntado Martine d 'Astier, quien también es directora de la Donation Jacques Henri Lartigue y trabajó durante mucho tiempo con el fotógrafo, a la muestra se le ha dotado de un estilo «más poético» y que se divide en varios capítulos que ilustran la vida del artista francés. De esta forma, la exposición hace hincapié en temas que reflejan a la fotografía como un instrumento de la memoria y también muestra la particular visión que tenía Lartigue de las mujeres, así como la concepción de un mundo que cambiaba velozmente. Además, sus imágenes son contemporáneas a un periodo caracterizado por las convulsiones y los cambios sociales, como puede ser la Primera Guerra Mundial o la Revolución Rusa.

«Desde muy pequeño se mostró como un niño muy sensible y quería conservar aquello que le hacía feliz», ha comentado Martine d 'Astier sobre la personalidad del fotógrafo francés que durante sus casi 90 años de trayectoria nunca dejó de considerarse un aficionado a la fotografía.