Alemania ofrece eurobonos y unión bancaria a cambio de cesión de soberanía

Dos años después de que la eurozona se metiera en la espiral de la crisis de deuda soberana, se atisba una reacción en cadena para poner soluciones que dirige a la cumbre europea de finales de junio. Alemania tiene las respuestas y lo último es que Merkel estaría dispuesta a apoyar los eurobonos y la unión bancaria si los demás países de la UE aceptan ceder soberanía presupuestaria a Bruselas. Lo dice el Wall Street Journal.

Merkel brinda con Barroso y otros líderes del Consejo Báltico
Merkel brinda con Barroso y otros líderes del Consejo Báltico / Foto: Bundeskanzlerin

El diario estadounidense asegura que si los socios comunitarios se implican y ceden derechos soberanos a las instituciones europeas en materia fiscal, Berlín consideraría poner en marcha los eurobonos para relajar la presión sobre la deuda nacional de varios países y la unión bancaria para recapitalizar al sector sin que los Estados tengan que verse afectados por un rescate europeo. Son medidas reclamadas por diferentes líderes europeos, desde el presidente francés, François Hollande, defensor de los eurobonos, hasta el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien el sábado pedía la creación de una autoridad fiscal europea.

Un portavoz del gobierno alemán ha insistido hoy en que los eurobonos no son la respuesta adecuada a la crisis y sobre la unión bancaria ha dicho que habría que saber en qué consiste exactamente.

A falta de decisiones públicas, informaciones periodísticas. El alemán Welt am Sonntag también adelantaba ayer que la UE y el Banco Central Europeo trabajan en un plan maestro para la eurozona, basado en unión política y bancaria sin olvidar las reformas estructurales exigidas por Bruselas a los gobiernos europeos.

Se trataría de complacer determinadas exigencias del gobierno alemán imprescindibles para que Berlín permita abrir los mecanismos de la UE que pueden salvar la situación de los países periféricos y, por tanto, la eurozona en su conjunto. Berlín ha basado su política en frenar nuevas alegrías de los socios más díscolos y exige que la UE tenga mayores competencias sobre los presupuestos nacionales. Además debería haber un órgano de supervisión bancaria con más poderes, una armonización fiscal y una revisión de los programas sociales de los Estados.

A cada información, un desmentido oficial que no suele serlo tanto. La portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrekilde, ha afirmado que «no hay ningún plan maestro secreto», pero también que confirmaba que las instituciones comunitarias trabajan con el BCE para establecer un método de trabajo para profundizar en la unión monetaria y reforzar la gobernanza económica en la UE. Quizá sea lo mismo.

Todo debería resolverse en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que se celebrará los días 28 y 29 de junio. El uno de julio entra en vigor el nuevo mecanismo de rescate europeo, al que España quiere recurrir para inyectar liquidez a sus bancos sin tener que pasar por la humillación del rescate del Estado. Antes hay otra fecha decisiva, el 17 de junio se celebran las elecciones en Grecia y, si ganan los partidarios de rebelarse contra las medidas de austeridad impuestas en su rescate, se abrirá la caja de los truenos ante una situación que puede desembocar a la salida del país de la moneda única.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, prepararán este lunes en Berlín la agenda de la cumbre, en una reunión a la que se da carácter privado.