'Aprender trabajando' un programa para la inserción laboral de jóvenes en peligro de exclusión

En la primera edición del programa 289 jóvenes han conseguido empleo. 'Aprender trabajando' es una iniciativa de Cruz Roja Española y la Fundación Secretariado Gitano para dar formación teórico – práctica a jóvenes de entre 18 y 30 años con baja cualificación, escasez de recursos, discriminación por etnia u origen y que viven en familias en las que ninguno de sus miembros trabaja.

Una chica en una pescadería
El programa 'Aprender trabajando', una iniciativa para que jóvenes en peligro de exclusión encuentren trabajo/ Foto: Secretariado Gitano

'Aprender trabajando' cuenta con financiación de la Obra Social 'La Caixa' y del Fondo Social Europeo, una asociación público-privada, con la implicación de más de 100 empresas que en su primera edición está dando frutos. De los 553 jóvenes que han partiipado en 34 escuelas de formación y empleo en 28 ciudades, el 50 % ha conseguido un trabajo, muchos de ellos en la misma empresa en la que ha hecho las prácticas.

Según Mariam Béjar de Hipermercados Le Clerc, es bueno para los chicos y para las empresas que van haciéndose con una bolsa de trabajo adaptada a ellas. Llegan tímidos y con miedo y salen sabiendo trabajar y relacionarse con los compañeros y con los clientes «pasan de niños a adultos dentro de la empresas», afirma.

El programa está dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años con bajo nivel de estudios, en su mayoría no han llegado ha terminar la ESO. Un grupo en el que la tasa de desempleo está en el 64 %. «'Aprender trabajando' es nuestra receta para combatir el desempleo de la juventud más olvidada, la que más difícil lo tiene, y los resultados de la primera edición muestran que es posible garantizar la igualdad de oportunidades ante el empleo» dice Isidro Rodríguez, director de la Fundación Secretariado Gitano.

Tras un minucioso proceso de selección los chicos y chicas pasan por una primera fase de enseñanza teórica para ampliar sus conocimientos y mejorar sus competencias, la segunda fase se desarrolla dentro de entornos laborales reales.

Miguel Fierro de Conforama dice que son las empresas las que seleccionan a los candidatos que van a recibir «una selección igual a la que se haría si vinieran directamente». Ellos seleccionaron a 16 jóvenes que han estado trabajando muy satisfactoriamente, y «que además han atraído a una clientela nueva» con la que no contaban.

También el personal de las empresas necesita una preparación para saber acoger, tratar y enseñar a los nuevos trabajadores en prácticas. «Las empresas también tienen que tener unas condiciones especiales», afirma Carlos Illán, de RED, una empresa de logística de Guadalajara.

Los trabajadores en prácticas reciben además una beca de 350 euros mensuales, que ayuda a las familias muy afectadas por la crisis.

Según Antoni Bruel coordinador general de Cruz Roja Española, el programa, ha motivado a algunos de los participantes a volver a los estudios (un 28 %), como si hubiera sido «una inyección de autoestima y conocimiento, un antídoto contra la pobreza de muchas familias y una herramienta eficaz contra los estereotipos y prejuicios en el tejido empresarial».

Las empresas que participan en el programa pertenecen a 4 sectores fundamentalmente: comercio y almacén, restaurante y bar, industria alimentaria o mantenimiento y limpieza de locales y jardines. Un 85 % de los jóvenes son menores de 25 años, el 59 % sin estudios o primarios, el 42% es de estnia gitana, 31 % son mujeres en dificultad social, 17 % inmigrantes y el 1 % con discapacidad.