Arranca la carrera por el Eurogrupo

El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, ha confirmado lo que en los pasillos europeos era ya un secreto a voces: quiere ser el próximo presidente del Eurogrupo. Pero para lograrlo tendrá que conseguir superar al holandés, Jeroen Dijsselbloem, actual presidente y ministro de Finanzas de Holanda, que ha confirmado su intención de renovar el mandato.

Jeroen Dijsselbloem y Luis de Guindos se saludan
Jeroen Dijsselbloem y Luis de Guindos se saludan al inicio del Ecofin (reunión de ministros de finanzas de la zona euro)/ Foto: CE

El pasado viernes el ministro de Economía de España, Luis de Guindos, confirmaba lo que en los pasillos europeos era ya un secreto a voces: quiere ser el próximo presidente del Eurogrupo, el foro informal de ministros de Economía y Finanzas. Pero para lograrlo tendrá que conseguir superar al holandés, Jeroen Dijsselbloem, actual presidente y ministro de Finanzas de Holanda, que ya ha confirmado su intención de renovar el mandato.

Tras conocer que España ha presentado oficialmente su candidatura, desde el ministerio de Economía aseguraban contar con «apoyos suficientes entre sus socios». Así lo repetía De Guindos este sábado en la reunión informal del Ecofín en Riga. «Por supuesto que creemos que existen posibilidades», resumía al ser preguntado por los periodistas. Su elección, en palabras del ministro, supondría «un reconocimiento» de la Eurozona a la buena salud de la economía española. «Ahora la situación es completamente diferente y yo creo que sí que hay un reconocimiento del esfuerzo en política económica que ha realizado la sociedad española», ha añadido.

En Efecto, para el Gobierno de Rajoy la elección de De Guindos se ha convertido en la mejor baza para recuperar el peso que perdió en las instituciones europeas tras perder una vicepresidencia en la Comisión y salir del comité ejecutivo del Banco Central Europeo. Pero para lograrlo tendrá que conseguir más apoyos que Dijsselbloem. El ministro holandés tiene a su favor que conoce de cerca tanto la casa como los procedimientos y que mantiene una buena relación con todos los ministros de los estados miembros. Sin embargo, sobre él pesa la sombra de no haber conseguido llevar a buen puerto las negociaciones con Grecia.

Dijsselbloem se ha mostrado optimista y confía en reunir el «apoyo suficiente». Da por hecho que Alemania dará su apoyo a la candidatura holandesa, «porque la cooperación entre los dos países es excelente». Sin embargo desde España recuerdan que Angela Merkel se comprometió en público a apoyar la candidatura de De Guindos durante una reunión con Rajoy en Santiago de Compostela el pasado verano. La canciller alemana dijo entonces que había demostrado ser «un excelente ministro de Economía en tiempos difíciles». España también cree factible que los titulares de Economía y Finanzas austríaco, estonio e irlandés apoyen a su candidato.

Francia e Italia podrían ser la clave

Sin embargo, hay dos ministros europeos cuya decisión podría resultar clave. Tanto De Guindos como Dijsselbloem saben que ganarse el apoyo del francés Michel Sapin, podría servir para decantar la balanza, ya que podría arrastrar también el voto del resto de ministros de izquierdas de la zona euro. España es optimista porque durante una reciente visita a Madrid aseguró que el ministro de Economía español tenía «cualidades excepcionales» para el cargo. Holanda también tiene razones para pensar que votará a su favor, por afinidad política. «Es una cuestión que se planteará un poco más tarde», aseguraba Sapin en Riga este fin de semana, evitando despejar la incógnita.

Y es que no hay que olvidar que en las instituciones europeas existe una ley no escrita para equilibrar las fuerzas entre las grandes familias políticas, lo que podría perjudicar a España. En la actualidad tanto Donald Tusk como Jean-Claude Juncker, al frente del Consejo Europeo y la Comisión, respectivamente, son conservadores y las fuerzas se inclinarían aún más hacia la derecha si tal como está pactado la presidencia del Europarlamento, ahora en manos del socialista Martin Schulz, pasara a manos del Partido Popular Europeo. Por el contrario, este hecho ampliaría las posibilidades para Dijsselbloem, representante del Partido Laborista.

Otro voto clave será el que emita Pier Carlo Padoan, ministro italiano de Economía y Finanzas. Ya ha demostrado en varias ocasiones que él 'va por libre', y la escasa relación que existe entre el Ejecutivo de Matteo Renzi y Moncloa podría perjudicar a la candidatura española. Además, el Eurogrupo nunca ha tenido un presidente que no fuera a la vez ministro en activo de algún país miembro, y De Guindos ya ha descartado repetir al frente del Ministerio aunque Mariano Rajoy revalide su mandato en noviembre. Este aspecto tampoco estaría asegurado con la elección de Dijsselbloem, debido a la fragilidad de la coalición entre liberales y laboristas que no garantizan un gobierno estable en Holanda.

Por el momento, y a la espera de lo que deparen las votaciones, en los pasillos de Bruselas todos destacan que ambos candidatos son igual de aptos para ejercer la presidencia del Eurogrupo. El mandato del ministro Holandés, que lleva dos años y medio en el cargo, expira el próximo 21 de julio. Y todavía hay tiempo para que se presenten más candidaturas. Cualquier ministro de la zona euro puede postularse al puesto enviando su currículum y una carta de motivación. El plazo termina el próximo 16 de junio a mediodía.