Aunque la mona se vista de seda...

El ICS no es más que la versión zombi del ISDS. Un informe muestra que el cambio de siglas del mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estados (conocido hasta aquí por sus siglas en inglés, ISDS), uno de los capítulos más controvertidos del TTIP, no lo hace más democrático.

El informe «El ISDS zombi» elaborado por Corporate Europe Observatory y otras 16 organizaciones europeas demuestra que el cambio de ICS por ISDS sigue dando a las grandes corporaciones los mismos derechos para denunciar a los Estados.

La Comisaria europea de Comercio, Cecilia Mamström ha cambiado el nombre al mecanismo para tratar de conseguir que uno de los apartados más polémicos del TTIP pueda salir adelante. Se trata del mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estados (más conocido por sus siglas en inglés, ISDS) por el cual una empresa podría denuncia a un Estado miembro si, la reforma de una ley o una disposición judicial hiciera que la empresa pudiera perder beneficios. Los países se verían obligados a realizar compensaciones millonarias a las empresas detraídas de las arcas públicas.

Tras el rechazo de la ciudadanía europea a la inclusión del ISDS en el TTIP, la Comisión Europea presentó una propuesta para sustituirlo por un Tribunal de Inversiones (ICS por sus siglas en inglés), que corrige algunos aspectos del ISDS, pero sin llegar a resolver los problemas fundamentales.

Según Ecologistas en Acción, una de las organizaciones firmantes del informe, éste continúa discriminando a las pequeñas y medianas empresas "y a la ciudadanía en general frente a las grandes multinacionales que son las únicas con capacidad para hacer uso de este sistema de protección de las inversiones".

El informe señala la demanda de 15.000 millones de dólares contra EE UU por no permitir la construcción del oleoducto Keystone XL. O la denuncia de 3000 millones de euros contra Alemania por el cierre de las nucleares.

Pía Eberhard, de Corporate Europe Observatory, explica que "Igual que un zombi surge de entre los muertos, el ISDS estará de nuevo en la agenda de negociación del TTIP la próxima semana por primera vez en dos años. «Lo que la Comisión propone es exactamente lo que ya ha sido rechazado: grandes privilegios para las corporaciones, que les permitirán reclamar miles de millones en compensación cuando las leyes y reglamentos socaven su capacidad de hacer dinero.»

Añade que «Algunos eurodiputados quieren actualizar el acuerdo UE-Canadá CETA con este nuevo 'enfoque ISDS'. El 'nuevo' modelo de ISDS de la Comisión es tan peligroso para la democracia, la legislación, el interés público, y el dinero de los contribuyentes como el 'viejo' modelo consagrado en el acuerdo UE-Canadá CETA. La nueva versión corregida contiene los mismos peligrosos privilegios para los inversionistas, a menudo en una formulación idéntica al texto de CETA. No hay que dejarse engañar y caer en esta trampa. Los derechos especiales para las multinacionales y los ricos son inaceptables, con cualquier disfraz».

Por lo tanto -dice el informe-, el ICS no es más un intento de mantener vivo el mecanismo ISDS que la Comisión alega haber finiquitado. Se trataría de un ISDS zombi, que continuaría amenazando la democracia mundial.

Por todo ello, Ecologistas en Acción, junto con los miles de colectivos que se agrupan bajo la campaña europea Stop TTIP, rechaza la propuesta de ICS formulada por la Comisión Europea, a la que insta a finiquitar todos los tratados de protección de las inversiones firmados y en vías de negociación.