Daniel Gros
Wolfgang Schäuble

Durante todo el primer semestre de este año, desde que en enero llegó al poder Syriza, la saga griega prácticamente monopolizó la atención de los políticos de Europa. Incluso mientras la economía de su país se desmoronaba, el nuevo gobierno griego se mantuvo firme en su exigencia de obtener alivio para su deuda sin someterse a planes de austeridad.

Angela Merkel, Alexis Tsipras y François Hollande, hablan en un aparte

Las narrativas son importantes, sobre todo cuando se mezclan con intereses rígidos. Mientras Grecia y sus acreedores coquetean con la catástrofe, recibimos una imagen clara sobre cómo las narrativas contrapuestas y en conflicto puede conducir an resultados en los que todos pierdan.

Daniel Gros

Ha transcurrido ya casi medio año desde que el BCE declaró su intención de comprar alrededor de 1,1 millón de millones de euros en bonos de la eurozona. Cuando se anunció por primera vez el denominado «programa ampliado de compra de activos» en el mes de enero, el BCE enfatizó que sólo se estaba expandiendo un programa ya existente, en virtud del cual la institución había estado comprando cantidades modestas de bonos del sector privado, para cubrir títulos-valores gubernamentales. Sin embargo, esta pretensión de continuidad fue sólo eso: una pretensión.

Daniel Gros

Las negociaciones aparentemente interminables entre el nuevo gobierno griego y sus acreedores internacionales – el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea – sobre un nuevo acuerdo de préstamo han entrado en una fase peligrosa. En este punto, un error de cualquiera de las partes amenazaría con desencadenar el tipo de accidente que podría precipitar una nueva crisis en Europa.

Daniel Gros

El mundo desarrollado parece que poco a poco se dirige hacia el interés cero. Estados Unidos, Reino Unido, Japón y la eurozona llevan varios años manteniendo en cero las tasas de interés según marcan sus bancos centrales, pero la percepción de que ese nivel fuese una aberración temporal ha hecho que las tasas a medio y largo plazo se hayan mantenido altas. Sin embargo, esta situación puede estar cambiando, especialmente en la eurozona.