Budapest, hasta el 17 de febrero

Cézanne y el pasado. Museo de Bellas Artes

La muestra «Cézanne y el pasado», que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Budapest, presenta a los autores y las obras que inspiraron al pintor francés y cuya influencia puede verse en sus famosos paisajes, naturalezas muertas o retratos.

Paul Cézanne ya anunció el Cubismo y las vanguardias del siglo XXI. Pero pese a esa visión pionera, su arte se inspiró en maestros clásicos, desde Miguel Ángel a Goya, tal y como reivindica esta muestra, que reúne más de un centenar de obras.

Además de obras emblemáticas de Cézanne, como «Los jugadores de naipes», «Mointagne Sainte-Victoire» o varios ejemplos de las series «Bañistas» y «Arlequín», el museo expone 40 piezas de maestros como Miguel Ángel, Rafael, Goya o Eugène Delacroix.

Así, un cadáver de la serie «Los Horrores de la Guerra», de Goya, aparece colgado junto a «Autopsia», de Cézanne, para permitir al visitante comparar la crudeza con la que ambos pintores representan a la muerte.

En otras ocasiones, el maestro francés repensaba motivos, como el de «Los jugadores de naipes», atribuido a los hermanos Le Nain en el siglo XVII y que Cézanne hizo evolucionar hasta su conocida obra del mismo nombre, en la que el uso de la geometría en la construcción de los personajes adelanta ya el Cubismo.

Otra fuente de inspiración fueron las naturalezas muertas de Jean Siméon Chardin (1699-1779), que sirvieron a Cézanne para redescubrir un género que en su época parecía ya extinguido.

Pero Cézanne no se limitó a inspirarse en los antiguos maestros, sino que «buscaba problemas artísticos para elaborar, que después interpretaba bajo su propia perspectiva», explica la comisaria de la exposición, Judit Gaskó.

Muchas de las pinturas y dibujos que el Bellas Artes de Budapest expone hasta el próximo 17 de febrero han sido cedidas por museos como el d'Orsay y el Louvre de París, la National Gallery y el British Museum de Londres, la Galería Uffizi de Florencia o la Albertina de Viena.

«Es la exposición más importante de la historia del Museo de Bellas Artes», afirma László Baán, director de la institución, quien asegura que esta muestra va a ser una «una verdadera sensación internacional».