Carta abierta de MSF a los miembros del grupo de Alto Nivel sobre Siria

Médidos Sin Fronteras, ha pedido que se facilite la ayuda humanitaria a través de las fronteras de Siria, para que pueda llegar la población de esas zonas, que se encuentra en situación desesperada. La presidenta de MSF ha enviado una carta abierta a los países que participan en Ginebra de la reunión de Alto Nivel, que según la ONG, no tiene como prioritario en su agenda la entrega de la ayuda a las zonas opositoras.

Calle de Alepo destruida
Alepo destruida / Foto: MSF

Médidos Sin Fronteras, ha pedido que se facilite la ayuda humanitaria a través de las fronteras de Siria, para que pueda llegar la población de esas zonas, que se encuentra en situación desesperada. El hecho de que casi toda la ayuda internacional se envíe a través de Damasco, dificulta su distribución, porque está limitada a los estrictos controles impuestos por el gobierno sirio. La presidenta de Médicos Sin Fronteras ha enviado una carta abierta a los países que participan en Ginebra de la reunión de Alto Nivel, que según la ONG, no tiene como prioritario en su agenda la entrega de la ayuda a las zonas opositoras.

Ginebra, 18 de diciembre de 2013

Excelencias,

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado brindando asistencia a las víctimas del conflicto sirio desde abril de 2011. Damos la bienvenida a las negociaciones diplomáticas necesarias para abordar las necesidades humanitarias urgentes en esta guerra extremadamente violenta. Pero nos gustaría llamar la atención sobre una cuestión vital: que la ayuda pueda atravesar fronteras y llegar a la población que vive en las zonas controladas por la oposición. Urge aumentar de forma significativa la asistencia a través de de forma significativa la asistencia a través de las fronteras y abordar el asunto de las negociaciones sobre la ayuda humanitaria. Si el Gobierno de Siria sigue siendo el único canal de distribución para la ayuda internacional humanitaria, millones de sirios continuarán desprovistos de la asistencia adecuada, en particular los servicios médicos esenciales.

La situación hoy es que casi toda la ayuda internacional humanitaria pasa por la capital siria. Las agencias de la ONU y las organizaciones de ayuda internacional que brindan esta asistencia están sujetas a estrictas medidas de control por parte del Gobierno. Las autoridades sirias limitan el número de trabajadores internacionales en Damasco y raramente les autorizan a viajar fuera de la capital. También imponen que la ayuda sea distribuida a través de organismos controlados por el Estado, en particular la Media Luna Roja Siria (MLRS), que evalúa en solitario las necesidades humanitarias y selecciona a los beneficiarios.

Sin duda, los voluntarios y trabajadores de la MLRS han demostrado una dedicación ejemplar y una gran profesionalidad. Pese a ello, están bajo una enorme presión del Gobierno sirio, cuya política es limitar o prohibir la distribución de ayuda humanitaria (particularmente médica) a las zonas controladas por la oposición. Otros obstáculos para que la ayuda cruce las fronteras son la intensidad de los combates, así como la fragmentación de los grupos de la oposición y el recelo de estos últimos a los extranjeros y a las entregas de ayuda permitidas por el Gobierno. Los secuestros de trabajadores humanitarios en las áreas controladas por la oposición también han supuesto un problema.

Estos obstáculos han llevado a una situación casi a Estos obstáculos han llevado a una situación casi absoluta de bloqueo de la ayuda para la población en los enclaves controlados por el Gobierno y rodeados por las fuerzas gubernamentales. Es el caso, por

ejemplo, de los barrios asediados de Homs y de Ghouta, donde, durante meses, 200.000 personas han luchado por sobrevivir prácticamente sin asistencia.

En las áreas bajo control de la oposición cerca de los países vecinos, entre 5 y 7 millones de sirios no reciben asistencia médica de Damasco, ni prácticamente ninguna ayuda del exterior tampoco. Están menos aislados que en los enclaves, sobre todo por el rol humanitario de los países limítrofes, en particular Turquía. Los hospitales turcos tratan cientos de heridos cada mes. Las autoridades de este país permiten el tránsito de alimentos, medicamentos, tiendas y mantas por parte de ONG internacionales y de organizaciones sirias que trabajan en el territorio controlado por la oposición, pese a la oposición de Damasco. Sin embargo, la asistencia aún no satisfice las urgentes necesidades de la población.

Por ejemplo, en las provincias de Idlib y Alepo, decenas de miles de desplazados se aglomeran en campos que no tienen las instalaciones sanitarias adecuadas. Los hospitales de campaña y las ambulancias han sido atacados desde el principio de la guerra y tienen poco personal y suministros médicos para tratar cientos de heridos que se producen de forma diaria debido a los bombardeos indiscriminados. La destrucción y el cierre de los hospitales de distrito han privado a un número incontable de pacientes de atención médica vital. El sistema público de salud se ha derrumbado. Los programas nacionales de inmunización han sido suspendidos y se está extendiendo un brote de polio por el país.

Un puñado de ONG internacionales, entre ellas MSF, pueden brindar asistencia a través de los países vecinos a las poblaciones que viven en las áreas controladas por la oposición. Las agencias de la ONU no ofrecen ayuda humanitaria transfronteriza porque temen que sus operaciones en Damasco puedan verse afectadas.El complejo e inseguro contexto también limita la provisión de ayuda. Por ejemplo, algunos grupos armados bloquean el acceso a comunidades kurdas y chiíes aisladas. Sin embargo, el trabajo de las ONG internacionales, entre ellas MSF, demuestra que es posible establecer contactos con grupos de la oposición (incluso los más radicales) para asistir directamente a los enfermos, heridos y desplazados.

Aunque las necesidades aumentan a diario, la magra asistencia humanitaria que logra cruzar las fronteras amenaza con detenerse. El puñado de ONG internacionales con presencia en el país se enfrenta a dificultades cada vez más numerosas para que los equipos y los materiales médicos entren en Siria. Las agencias de la ONU parecen haber abandonado el propósito de negociar el acceso transfronterizo a la población que vive en las zonas controladas por la oposición.

Por lo tanto, hacemos un llamamiento urgente para que apoyen los esfuerzos de todas las organizaciones humanitarias, ya estén trabajando bajo el paraguas de Damasco desde los países vecinos. Es esencial ayudar a que las organizaciones humanitarias en Damasco superen los bloqueos para entregar ayuda a los enclaves en las áreas de más difícil acceso. Es vital incrementar el volumen de ayuda humanitaria que está llegando a través de las fronteras directamente a la población que vive en las zonas controladas por la oposición, particularmente a través de Turquía.

También nos gustaría reconocer la importante labor humanitaria llevada a cabo por los vecinos de Siria, que están cargando con el mayor peso en esta crisis humanitaria. Quisiéramos alentarles a que faciliten el tránsito de equipos y materiales humanitarios a través de las fronteras.

Finalmente, hacemos un llamamiento para que urjan a las agencias de la ONU a que hagan más para ayudar a las poblaciones en las áreas controladas por la oposición, al menos ofreciendo enseres, alimentos, medicinas, tiendas de campaña, mantas y otros artículos de primera necesidad.

Les agradecemos su atención sobre este asunto tan urgente.

*Dra. Joanne Liu
Presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras