Cine clandestino catalán en París

Mientras "Pa negre", rodada en catalán pugna por el Óscar, París descubre el cine catalán rodado clandestinamente. La Cinemateca francesa recibe el ciclo "Clandestí", una ocasión para conocer una docena de películas creadas, producidas y difundidas durante la dictadura, en las condiciones más adversas y secretas, por una generación de artistas y amantes del cine que vivían en Cataluña.
rostro de dos mujeres (blanco y negro)
Lock Out de Antoni Padrós (1973)/Foto:Pragda
Mientras "Pa negre" una película rodada en catalán lucha por obtener un Óscar en Hollywood, París descubre estos días el cine catalán rodado clandestinamente bajo el franquismo. La Cinemateca francesa recibe el ciclo "Clandestí", una buena ocasión para conocer una docena de películas creadas, producidas y difundidas durante la dictadura, en las condiciones más adversas y secretas, por una generación de artistas y amantes del cine que vivían en Cataluña.
En su mayor parte son películas inéditas en Francia, con alguna excepción como la película "Lock Out", de Antoni Padrós, proyectada a mediados de los años 70 del siglo XX, en la Filmoteca de París. Este ciclo con el título "Clandestí, Le cinéma catalan interdit sous Franco", ha viajado ya al Lincoln Center de Nueva York, Londres, Berlín y Estambul
Este viernes 13 de enero, segunda parte del ciclo dedicado al cine político se proyectará "El Sopar" (la cena) rodada por Pere Portabella en 1974, una de las figuras clave del cine español de esa época. Reune a cinco ex presos políticos, Ángel Abad, Jordi Cunill, Lola Ferreira, Narcís Julian y Antonio Marín para reflexionar sobre la ejecución del militante anarquista Salvador Puig Antich.
Otros filmes anónimos seleccionados son "Manifestacions 1/8 Febrer 1976", sobre las manifestaciones para exigir la amnistía de los presos políticos; y "Muntanya" (1970), sobre la sentada de un grupo de artistas en el Monasterio de Montserrat durante el "Proceso de Burgos" contra ETA, que terminó con nueve sentencias de muerte (luego indultadas), 500 años de prisión y multas por valor de 1.500.000 pesetas.
La segunda parte de la velada tratará de "moral y sociedad" con la película "Lejos de los árboles" (1963), de Jacinto Esteva-Grewe, presentada por la Cinemateca Francesa como una "especie de actualización de 'Tierra sin pan', de Luis Buñuel, sobre la persistencia de las tradiciones populares, a menudo crueles".
El ciclo "Clandestí" consta de tres partes en las que se proyectan diferentes películas. En la primera sesión del 16 de diciembre se pudo ver "Lock Out" (1973) en la que su director, Antoni Padrós, plasmó la desesperanza de una juventud que terminaba viviendo al margen de la sociedad, entre el letargo y las aspiraciones revolucionarias. La lucha por la superviviencia en el campo y la ciudad queda plasmada en "Cincuenta y dos domingos" (1966) una crónica del director Llorenç Soler sobre las esperanzas y desdichas de un grupo de jóvenes de origen modesto que sueñan con ser toreros.
"El largo viaje hacia la ira" (1969),también de Soler, muestra la emigración de los campesinos pobres a las ciudades, llevados por la miseria, y "El campo para el hombre" (1973), descripción comparativa de la pobreza de los campesinos dirigida por Helena Lumbreras y Mariano Lisa (Colectivo Filme de Clase).
El ciclo finalizará el 17 de febrero, con una sesión dedicada a "los límites y la estética del ultraje", con la proyección de "Sexperiencias" (1968), de Josep Maria Nunes. Una película sobre la vida cotidiana de una pareja formada por una joven y un hombre de cierta edad, a finales de la década de los años 60, en medio de un ambiente contestatario.
La "crítica de la vida cotidiana" continuará el ciclo con "...I Després Ningú No Riurà" (1968), "panfleto de la cultura católica y burguesa española" de Manel Esteban; y con "El Alegre Paralelo" (1964), donde Enric Ripoll i Freixes y Josep Maria Ramon filmaron ese famoso barrio barcelonés famoso durante el franquismo por su tórrida vida nocturna.
"Clandestí" se cerrará con la película "No Compteu Amb Els Dits" (1967), de Pere Portabella y el poeta Joan Brossa, una invitación a la brevedad publicitaria "contra la fabla aristotélica", según describe, su principal promotora y directora de Pragda, Marta Sánchez, que ha contado con la colaboración del director y especialista en la materia Manuel Barrios.