Consejo Europeo: Alemania y Francia van por separado

Después de casi seis horas de negociaciones durante una cena informal en Bruselas, los líderes europeos dijeron que están con Grecia aunque, y esto se leía entre líneas, si se tiene que ir que se vaya. En cuanto a los eurobonos, quedó claro que Merkel y Hollande tienen posiciones absolutamente contrarias. El presidente español Mariano Rajoy, instó a que se defina un nuevo papel para El BCE, pero nadie pareció estar por la labor.

Mesa redonda del Consejo Europeo
Cena informal de líderes de los 27/ Foto: Consilium

«Vayamos preparando el futuro del euro y hablemos de qué tipo de banco queremos y de los eurobonos» dijo Rajoy, que presentó cinco prioridades en la reunión. Las otras son «unión monetaria, fiscal y económica», control del gasto público «porque las administraciones públicas no pueden gastar lo que no tienen», reformas para lograr una economía más competitiva y flexible, «liquidez y sostenibilidad de la deuda pública». Temas capitales para el gobierno español que tiene que pagar un 6 por ciento de interés para financiarse en el mercado de deuda porque los bancos españoles suscitan toda clase de resquemores.

Los líderes de la UE no parecieron muy favorables a estas propuestas ni tampoco a dar, a España y a otros países en dificultades, un año más para realizar los recortes que les exigen.

Mariano Rajoy se había entrevistado con François Hollande en París, antes de trasladarse hasta Bruselas en el mismo tren, la conversación giró en torno a los eurobonos. Medida estrella de Francia a la que se adhiere España. Por primera vez desde hace más de dos años en un Consejo Europeo , aunque este haya sido informal, los líderes de Alemania y Francia no se han entrevistado previamente para trazar las líneas maestras. Al contrario, han dejado muy claro que cada uno va por su lado y en algunos temas en direcciones opuestas.

Es el caso de la propuesta de Hollande de anteponer el crecimiento a la austeridad tema favorito de Merkel para salir de la crisis y crear eurobonos para mutualizar la deuda de los países de la eurozona. Con esto se daría un respiro a las economías más agobiadas en estos momentos, Grecia y España. «La prioridad es inyectar al sistema financiero europeo liquidez para asegurar la consolidación de los bancos europeos», dijo Hollande.

Francia, Italia, España, Grecia y Portugal son partidarios de los eurobonos, mientras que Alemania, Holanda y Finlandia se oponen hasta que no se haya realizado una profunda integración fiscal en la eurozona. Para Francia es el principio, mientras que para Alemania sería el final.

El presidente del consejo, Herman van Rompuy, expuso su postura de que los eurobonos son un proyecto a largo plazo. La Comisión Europea propone como alternativa la capitalización adicional del Banco Europeo de Inversiones o la creación de Bonos para Proyectos con los fondos comunitarios que no se han utilizado.

Los líderes de los veintisiete discutieron también medidas para sanear o reestructurar los bancos malos y controlar los problemas que esto ocasione.

No era un consejo para tomar decisiones sino para promover ideas sobre empleo y crecimiento. Se conformará un paquete de medidas que se discutirán a partir de ahora y que junto a un informe de van Rompuy en colaboración con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se presentará para su aprobación en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio.

En cuanto a Grecia, el presidente del Consejo Europeo Herman van Rompuy, leyó un comunicado al comienzo de la reunión en nombre de los veintisiete en el que dijo «Deseamos que Grecia permanezca en la zona del euro mientras respete sus compromisos». A pesar de esas declaraciones y a la espera de lo que los ciudadanos griegos determinen en los nuevos comicios del próximo 17 de junio, todo parece indicar que hay un Plan B. Se lleva con sigilo para no crear expectativas en los mercados que serían fatales para Grecia.

El Grupo de Trabajo del Eurogrupo, un panel de expertos que trabaja para los ministros de finanzas de la zona euro, estarían preparando el escenario para el caso en el que Grecia tuviera que salir del euro.