Cuidar mejor los recursos hídricos de la UE aunque sea pagando más

Los europeos están dispuestos a poner más de su parte para proteger los recursos hídricos, y creen que la industria, la agricultura y los productores de energía deben hacerlo también. Piden más información, pagar un precio justo por el agua y más multas si es necesario. Son conscientes de que el agua es un bien que se debe cuidar.

Un grifo abierto
Foto:eXp

Casi tres cuartas partes de los europeos creen que la UE debe adoptar medidas suplementarias para abordar los problemas hídricos en Europa. Los europeos son plenamente conscientes de que los problemas relacionados con el agua son graves ( un 68 por ciento) y de que hay desafíos muy importantes que hay que solucionar como los provocados por las sequías, las inundaciones o la contaminación química.

Un 67 por ciento cree que deberían estar más concienciados y el 62 por ciento no se siente lo suficientemente informado acerca de los problemas del agua. Los europeos son partidarios de que se impongan multas más fuertes a los contaminadores, que la política de precios sea más equitativa y que incluso haya desgravaciones fiscales o subvenciones para los que cumplan. El 73 por ciento de los europeos reclama más medidas a escala de la UE para reducir los problemas hídricos, según señala el último Eurobarómetro que se ha realizado sobre el tema entre el 5 y el 7 de este mes de marzo en los veintisiete Estados miembros.

La calidad de las aguas en la UE ha mejorado mucho. El comisario Janez Potocnik, dice que la calidad del agua potable y de las aguas de baño es mucho mejor y que «muchos más pueblos y ciudades disponen de sistemas adecuados de tratamiento de sus aguas residuales». Especies como el salmón han reaparecido en varios ríos europeos donde ya no se encontraban y eso es una muy buena señal, sobre todo del trabajo conjunto.

No por eso se debe bajar la guardia, las sequías y las inundaciones son cada vez más frecuentes en Europa, probablemente producto del cambio climático, y eso junto a la contaminación somete a una gran presión a las aguas del continente. Los ciudadanos son conscientes de ello y lo consideran grave.

Las sequías inquietan mucho más en los países mediterráneos, (el 96 por ciento de los portugueses, el 95 por ciento de los españoles y el 94 por ciento de los italianos). El 79 por ciento considera que las inundaciones son un problema grave, pero los más preocupados están en Rumanía (el 96 por ciento), Bulgaria y Polonia (el 94 por ciento).

La mayoría de los europeos (el 84 por ciento) considera la contaminación química como la mayor amenaza para los recursos hídricos, le siguen el cambio climático (un 55 por ciento) y los cambios en los ecosistemas acuáticos (el 49 por ciento), y creen que la industria, la agricultura y los productores de energía deberían hacer más esfuerzos para que los recursos hídricos no sufran.

Una gran mayoría hacen lo que pueden de su parte, aún así creen que podrían esforzarse más para ahorrar y proteger el agua, usar menos, no utilizar tanto plaguicida en los jardines e informarse mejor. Los europeos creen que los que contaminan deberían pagar multas mayores, que el precio del agua se debería fijar en función del uso volumétrico y que los precios deberían aumentar según la incidencia en el medio ambiente.