Cumbre UE-Rusia con Siria al fondo

La UE celebra una nueva cumbre con Rusia en San Petersburgo con la intención de redefinir las relaciones bilaterales, tras la vuelta de Vladimir Putin a la presidencia. Los contenciosos sin resolver son numerosos y en la agenda hay asuntos de economía, energía, comercio y visados. Sin embargo, la política internacional manda en esta ocasión, la situación en Siria es prioritaria y los líderes comunitarios están obligados a presionar a Rusia para que condene al presidente Bashar al Assad y respalde el plan de la ONU en el país.

Barroso, Van Rompuy y Putin, en la cumbre UE-Rusia
Barroso, Van Rompuy y Putin, en la cumbre UE-Rusia / Imagen: Consejo UE

Rusia y China siguen rompiendo la unanimidad internacional sobre la represión del régimen sirio con el argumento de que la salida de Assad del poder no sería una solución y que ésta debe pasar por el diálogo político. La jefa de la política exterior europea, Catherine Ashton, ya ha allanado el camino previo a esta cumbre al señalar que «la militarización del conflicto traerá enormes sufrimientos a Siria y riesgos que tendrían un dramático impacto en la región. Lady Ashton subraya en un comunicado que «el papel de Rusia es crucial para el éxito de Kofi Annan», el enviado especial de la ONU en Siria.

No se esperan resultados inmediatos en esta cumbre en la posición rusa sobre el conflicto, pero sí que la UE aproveche el altavoz internacional para dejar claro el aislamiento de Putin. Assad negó este domingo ante el parlamento la responsabilidad del gobierno en la matanza de Hula, donde murieron 108 personas, entre ellas, 49 niños, aunque la condena de la comunidad internacional fue general y el caso provocó la expulsión de embajadores sirios de las principales capitales europeas.

Al margen de este asunto, los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, llevan a San Petersburgo una larga lista de temas en los que quieren avanzar, desde el respeto a los derechos humanos en algunas repúblicas rusas o la libertad de expresión en el país, hasta cuestiones de cooperación comercial, los planes de construcción del gasoducto Transcaspio, que no gusta en Moscú, o la retirada del actual régimen de visados para los ciudadanos rusos.