El BCE podría intervenir pronto para rebajar la tensión en la eurozona

El día en el que se cumplen cinco años del comienzo de la crisis financiera mundial, el gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo del BCE, ha dicho que la entidad podría intervenir muy pronto con operaciones «de un tamaño suficiente como para tener un fuerte impacto en los mercados». Este jueves se ha conocido también el Boletín de agosto del BCE que rebaja las perspectivas de crecimiento de la eurozona para este año.

Sala con ordenadores y trabajadores
Sala de mercado del BCE en la sede de Franfurt (Alemania)/ Foto: BCE

El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, ha dicho en una entrevista al semanario «Le Point» que el Banco Central Europeo (BCE), podría comprar deuda soberana en el mercado secundario. «No debe haber ninguna duda sobre la determinación del consejo de gobierno y su capacidad para actuar dentro de los términos de su mandato», en el que está proteger la solidez de la zona euro.

Las declaraciones de Noyer vienen a tranquilizar a los inversores después del mal sabor de boca que dejó la rueda de prensa del presidente del BCE, Mario Draghi, tras la reunión del Consejo el pasado 2 de agosto.

El BCE está decidido a rebajar el precio excesivo de los préstamos que están perjudicando a España e Italia y se prepara para intervenir en los mercados de bonos muy pronto, ha dicho el gobernador del Banco de Francia, que ha señalado que el consejo ha respaldado la decisión que se tomó la pasada semana de intervenir en los mercados, sin hacer ninguna mención a la oposición del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

Noyer ha descartado la intervención en el mercado primario de deuda, que el mandato de la institución europea no contempla, pero mantiene que la intervención en el mercado secundario es «perfectamente posible» y ha remachado diciendo que «no hay divergencia sobre esto entre franceses, alemanes y la Comisión (europea)».

Ha descartado tajante una salida de Grecia de la eurozona y ha señalado lo injusto de situar a España a la altura del país heleno teniendo en cuenta las reformas, que en su opinión, ha hecho el presidente español Mariano Rajoy. Ha dejado claro que el BCE, no puede sustituir la acción política de los Estados miembros.

Este jueves, así mismo el BCE. ha publicado su boletín de agosto en el que revisa a la baja sus pronósticos de crecimiento de la zona euro para este año y prevé una contracción del 0,3 por ciento, frente al 0,2 por ciento que dijo en mayo. Eso podría presagiar una nueva bajada de los tipos de interés que ahora están en el 0,75 por ciento.

Las expectativas de crecimiento del producto Interior bruto (PIB) para este año las fija a la baja en 0,1 puntos porcentuales, actualmente se cifran en el -0,3%.

Para 2013 las expectativas de crecimiento de la eurozona se reducen hasta el 0,6%, y en el 1,4% para 2014.

Las razones para estas bajadas son, según el BCE, las medidas de ajuste de algunos países de la eurozona, la incertidumbre creciente en la crisis de la deuda soberana, un aumento en los niveles de incertidumbre y una desaceleración de la economía mundial que llevará a una caída de la demanda externa.

En el Boletín se analiza la situación de los cinco países que tienen ayuda financiera de la UE, Grecia, Portugal, Irlanda, España y Chipre. Respecto a España, indica que la moderación salarial ha sido muy limitada y prevé una bajada de los sueldos como consecuencia de los nuevos recortes salariales en el sector público y del impacto de la reforma laboral. También prevé una bajada salarial en Grecia.

Y esta es la situación a 9 de agosto de 2012, cuando se cumplen cinco años del comienzo de la crisis

Fue un día como hoy cuando tuvo lugar algo que marcó un hito en la economía mundial.

Los dos principales bancos centrales del mundo, el BCE, que entonces presidía Jean-Claude Trichet y la Reserva Federal estadounidense (Fed) presidida por Ben Bernake, hicieron una acción coordinada.

El BCE inyectó 95.000 millones de euros en la eurozona y la Fed 17.500 millones en la banca estadounidense, el mercado intercambiario se había quedado sin recursos y los bancos no podían financiarse.

El sector financiero norteamericano colapsó, todo el sistema estaba infestado de activos tóxicos. El Congreso de EE UU aprobó un rescate de 700.000 millones de dólares para comprar esos activos contaminados y contaminantes y La UE tuvo miedo de contagiarse. Cinco años después es Estados Unidos quien tiene miedo del contagio europeo.