El ‘buen clima’ del eje Berlín-Bruselas

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, está teniendo lo que él ha denominado «una semana Merkel». El lunes se reunió con ella en Berlín, para proseguir las conversaciones el martes. Hoy, la canciller alemana ha visitado Bruselas por primera vez desde que el luxemburgués lidera la institución.

Angela Merkel y Jean-Claude Juncker
Angela Merkel y Jean-Claude Juncker/ Foto: CE

Angela Merkel ha visitado la capital comunitaria en medio de los rumores que apuntan a que Grecia va a necesitar forzosamente un tercer rescate en cuatro meses. Juncker ha asegurado que es «prematuro» hablar de ello, y que los esfuerzos del Ejecutivo comunitario se centran ahora en la prolongación del programa actual, que expira en abril. No obstante, las palabras de Juncker se contradicen, en una entrevista publicada hoy por el diario El País, en la que asegura que posiblemente «vayan a ser tres» rescates los que deba necesitar Grecia.

Con sus palabras al rotativo, el luxemburgués no desmentía las palabras del ministro español Luis de Guindos quien aseguró a principios de esta semana que el Eurogrupo estaba tramitando un tercer programa para Atenas. De Guindos detalló incluso la cuantía de la ayuda, que calculó entre 30.000 y 50.000 millones de euros y para la que España aportaría un 13% del total. Unas palabras desmentidas por el Ejecutivo comunitario y el propio Eurogrupo.

Así, Juncker ha proseguido hoy en la línea del gobierno alemán. No se está abordando un tercer rescate a Grecia. «Por ahora estamos haciendo todo lo posible para que la extensión del segundo rescate llegue a buen término», ha asegurado la canciller Angela Merkel. Esta misma mañana, un portavoz del ministro de finanzas alemán Wolfang Schäuble, ha asegurado que «una negociación sobre un tercer paquete de rescate para Grecia no está en la agenda para la reunión del Eurogrupo del próximo lunes».

Buenas relaciones entre Bruselas y Berlín

Tanto Jean-Claude Juncker como Angela Merkel han querido demostrar la buena sintonía que existe entre ambos, a pesar de los «rumores» (como ha señalado Juncker) que insisten en que Berlín no quería al luxemburgués a la cabeza de la Comisión Europea.

Ambos mandatarios han coincidido en que han tenido conversaciones «en un clima muy amistoso» en el que han abordado sobre todo, el conflicto en Ucrania. La aplicación del protocolo de Minsk, el segundo intento de alto al fuego, propuesto a instancias del presidente francés François Hollande y Merkel sigue siendo «muy frágil», tal y como ha destacado la canciller alemana. Asimismo, ha valorado el papel de la Alta Representante, Federica Mogherini, para la total aplicación del alto el fuego en el este de Ucrania.

La jefa de la diplomacia europea ha confirmado hoy en una rueda de prensa que el papel de la Comisión Europea será sobre todo reforzar el trabajo de los enviados de la OSCE que observan la zona en conflicto. Merkel no ha cerrado por completo la puerta a posibles sanciones, en caso de que se «vulnere» el alto el fuego. Asimismo, dadas las circunstancias actuales, Juncker descarta por el momento una posible cumbre UE-Rusia.

Por su parte, en materia económica, Merkel ha valorado positivamente el llamado «plan Juncker», el programa de inversión dispuesto a movilizar hasta 315.000 millones de euros con el objetivo de fortalecer el crecimiento de los Veintiocho. También han coincidido en impulsar el Tratado transatlántico entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP, en sus siglas en inglés) para que las negociaciones «en sus aspectos principales» acaben antes de finalizar el año 2015. Sin embargo fuentes cercanas a la negociación, dudan de que pueda ser así.

El acuerdo comercial más importante de la historia a menudo ha sido criticado por la opacidad con la que se están llevando a cabo las negociaciones. Por ello, a finales del pasado año, la Comisaria de comercio, Cecilia Malmström, prometió más transparencia, iniciativa que Merkel ha felicitado. Otro de los puntos más controvertidos del tratado es el mecanismo ISDS. Es decir, la posibilidad de que empresas puedan demandar a Estados si consideran que el país atenta contra su intereses.

Alemania, que fue pionera en aplicar la cláusula, prefiere ser cauta y así lo ha transmitido hoy Merkel, aunque ha asegurado que no cierra la puerta a la posibilidad de incluirlo. Actualmente, las conversaciones sobre el mecanismo ISDS se encuentran fuera de la negociación a la espera de avanzar más en otros ámbitos.