El Consejo Europeo sigue sin decidirse por Juncker

Los líderes de los grupos políticos en el Parlamento Europeo le han dicho una vez más al presidente del Consejo, Van Rompuy, que deje de darle vueltas al asunto y proponga a Jean-Claude Juncker para la presidencia de la Comisión Europea de una vez o va a tener una 'crisis institucional'. Pero Cameron no quiere ver a Juncker ni en pintura y no hace más que poner impedimentos.

Van Rompuy y Manfred Weber
Manfred Weber líder del PPE, habla con Van Rompuy del próximo presidente de la CE/ Foto: CE

Antes que a Juncker, el premier británico prefiere a la presidenta del FMI, Christine Lagarde. Aunque pasaran por el aro los jefes de Estado y de Gobierno para muchos ciudadanos, que sufren los memorandos de entendimiento en los que priman las ideas del Fondo Monetario Internacional, esa podría ser una de las gotas que colmara el vaso de la paciencia.

La otra, que les han dicho hasta la saciedad que estas eran unas elecciones diferentes, precisamente porque de su decisión, expresada en las urnas, iba a salir la persona que presidiera el ejecutivo de la UE.

Cameron ve a Juncker demasiado federalista y después de la victoria en su país del UKIP no quiere ni pensar en tener que reconocer ante su partido que no se ha podido hacer oír en la Unión, y amenaza a Merkel con el referéndum anunciado para 2016 sobre la permanencia de su país en la Unión. Suecia, Hungría y Holanda han adoptado la misma postura que el primer ministro británico.

Según fuentes, que prefieren el anonimato, David Cameron y Angela Merkel hablaron 'francamente' en Bruselas esta semana durante la reunión del G7. Y 'hablar con franqueza' en términos diplomáticos quiere decir que pusieron sus argumentos sobre la mesa de una manera quizá no muy amable.

Este jueves han pasado por el despacho del presidente del Consejo, los representantes de todos los grupos políticos. Uno tras otro, excepto los conservadores británicos, le han dicho a Van Rompuy que Juncker ha tenido mayoría.

«Nuestro mensaje central es que Juncker ha tenido una amplia mayoría en el PE y esperamos que Van Rompuy proponga su nombre a los líderes de la UE el 27 de junio», ha dicho el líder del PPE, Manfred Weber quien ha hecho hincapié en que cualquier otro nombre sería ir en contra de las promesas que se han hecho a los votantes.

«No se trata solo de ocupar un puesto, sino de la democratización, de reducir la brecha entre los ciudadanos y las instituciones de la UE. El Parlamento Europeo debe de estar donde se decide el futuro de Europa, no en la trastienda» añadió.

El Partido Popular Europeo y el grupo socialista en el Parlamento podrían haber llegado al acuerdo de que este último apoye a Juncker a cambio de que Martin Schulz sea reelegido por otros dos años para presidir el Parlemento Europeo, que ahora va a tener mucho más poder en las decisiones de la UE.

Para el líder de los socialistas en el Europarlamento, Hannes Swoboda, «un principio básico de la democracia es que la Comisión Europea represente el equilibrio del Parlamento Europeo, donde el PPE tiene una ligera ventaja y los socialistas son el segundo mayor grupo».

Los socialistas dicen que hay que ponerse a trabajar, «es urgente empezar a trabajar en las prioridades de la UE: una política socioeconómica justa, una política migratoria común y la lucha contra la evasión fiscal». Dejan claro que «el obstruccionismo y las amenazas no ayudan, sino que perjudican». Señalan a «los que están retrasando, distrayendo y obstaculizando el proceso» culpables de la frustración de muchos ciudadanos de Europa.

Según la agenda prevista, en el Consejo del próximo 27 de junio los jefes de Estado y de Gobierno deberían proponer al Parlamento el nombre de su candidato a presidir la Comisión Europea para que el Europarlamento lo ratifique o no en el pleno del 16 de julio.