El eurogrupo no está sopesando otro rescate para Grecia

La portavoz del presidente del Eurogrupo,Jeroen Dijsselbloem. desmiente al ministro español de Economía, Luis de Guindos, diciendo que los «misnistros de Finanzas de la zona euro no están debatiendo un tercer rescate para Grecia». El comunicado responde a la afirmación del ministro español este lunes quien incluso se aventuró a dar cifras del rescate: entre 30.000, 40.000 o 50.000 millones de euros.

Luis de Guindos en rueda de prensa
Luis de Guindos en la rueda de prensa posterior al Eurogrupo del 24 de febrero/ CE

De Guindos dijo que a España le correspondería aportar entre el 13 y el 14 por ciento de esa cantidad, que habría que sumar a los 26.000 millones de euros de los primeros rescates en forma de avales y préstamos.

Las declaraciones las hizo el ministro español tras un foro económico celebrado en Pamplona. De Guindos dijo que las condiciones del nuevo memorando serían más flexibles para Grecia que no tiene más opción que la solidaridad europea.

La presidencia del Eurogrupo ha salido al paso de esas declaraciones, la portavoz, Simone Boitelle, ha dicho tajantemente que «Los ministros de Finanzas de la zona euro no están debatiendo un tercer rescate». También el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo más tarde desde Berlín que «No hay conversaciones sobre eso (un tercer rescate)».

El primer ministro griego, Alexis Tsipras ya había desmentido el viernes anterior esa posibilidad diciendo «Algunos han apostado por un tercer rescate, por la posibilidad de un tercer rescate en junio. Lo siento pero una vez más vamos a decepcionarles».

Los rumores del tercer rescate los había lanzado el diario alemán Rheinische Post, el 24 de febrero que hablaba de unos 20.000 millones de euros. Un portavoz del Gobierno alemán dijo entonces «es demasiado pronto» para hablar de eso.

Las declaraciones de Luis de Guindos llegaban al final de un tenso fin de semana de dimes y diretes entre Atenas y Madrid, cuando Alexis Tsipras acusó a los Gobiernos de Portugal y España de haber sido los más duros contra Grecia en Bruselas llevados por su política interior.