El miedo de ser inmigrante en Grecia

Un iraquí de 19 años muerto a puñaladas en el centro de Atenas, dos paquistaníes golpeados por desconocidos en su casa de Vonitsa, otros dos egipcios hospitalizados tras ser agredidos en El Pireo... Todos son ataques de la extrema derecha griega. Son casos de los que tiene constancia Amnistía Internacional que demuestran el aumento de la violencia xenófoba, mientras la policía acentúa los controles contra los inmigrantes y muestra pasividad ante las acciones racistas.

Inmigrante detenidos contra una persiana por la policía griega
Control de inmigrantes por la policía griega / Foto:EPT

Amnistía Internacional (AI) denomina sin tapujos «represión policial masiva» las operaciones contra los inmigrantes emprendidas por las autoridades griegas. Ocho mil personas fueron identificadas por la policía en los últimos días y 1.660 fueron detenidas por no tener documentación oficial.

«Las recientes operaciones policiales contra inmigrantes hacen temer que se discrimine a las personas debido a su presunta etnia y que tales acciones fomenten la xenofobia», dice AI en un comunicado. Pero el llamamiento a las autoridades griegas no ha dado resultado y la policía ha anunciado este sábado que incrementará los controles a todas las ciudades del país.

Lo peor es que esta actuación policial coincide con el aumento de las agresiones a extranjeros en Grecia. No solo Amnistía Internacional ha denunciado los ataques de la extrema derecha, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lamenta las «diarias agresiones racistas brutales y los crímenes contra inmigrantes y refugiados por el color de la piel, la religión o el país de procedencia».

ACNUR también reclama más medidas de las autoridades para impedir la acción de estos grupos que actúan impunemente. En unas declaraciones que recoge la agencia EFE, Younus Mohamadi, presidente de la comunidad de Refugiados Aganos en Grecia, habla del miedo de las víctimas. «A los pocos que denuncian las agresiones los agentes de policía los amenazan con detenerlos o simplemente no aceptan la denuncia».

Mohamadi afirma que la situación empeora cada vez más, lo que corroboran las cifras de Médicos del Mundo en Grecia, que han atendido a 300 inmigrantes víctimas de agresiones racistas en la primera mitad de 2012.

El gobierno griego se defiende con el argumento de la masiva entrada de extranjeros en el país, hasta el punto de que el ministro del Interior, Nios Dendias, habló de «invasión», que además calificó de «bomba para los cimientos de la sociedad y el Estado».

Grecia es un paso crucial de inmigración desde Asia a la Unión Europea y esto ha sido una fuente constante de problemas que ahora se ven agravados por la crisis económica del país. La directora adjunta del programa de AI para Europa y Asia Central, Jezerca Tigani, ha declarado que «el número de ataques es preocupante y pone de manifestó la furia y el odio que hay entre la población. Es hora de que la sociedad griega se oponga a estos vergonzosos ataques y reafirme su condena del odio racial y étnico.»