Empleo y crecimiento, palabras clave de la reunión del FMI y el BM

No hay confianza, la economía mundial necesita una inyección de optimismo que se debe reflejar en los mercados y en la población, es lo que repite el FMI como un mantra esperando que se produzca el milagro del crecimiento. Pero no es tan sencillo. Ya se equivocaron con el remedio prescribiendo ajustes a machamartillo y ahora es complicado sacar al mundo del letargo.

El presidente del comité y la directora del FMI en la rueda de prensa
Tharman Shanmugaratnam presidente del comité de dirección del FMI y Christine Lagarde, directora gerente del FMI/ Foto: Stephen Jaffe/FMI

Ha sido la primera pregunta en la rueda de prensa después de que se haya hecho público el comunicado de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (MB). Si antes se hizo mal ¿Por qué creen ahora que están en el buen camino?, la respuesta por parte del ministro de Finanzas de Singapur, Tharman Shanmugaratnam presidente del comité de dirección del FMI, ha sido una llamada a la confianza «La materia prima que escasea en estos momentos es la confianza» (...) «los mercados y la población deben tenerla».

Para ello hace hincapié en que se continúe con las reformas estructurales que permitan crear trabajo sobre todo para los jóvenes y para las empresas, especialmente en Europa y EE.UU.

Por su parte la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, ha dicho que las medidas «no convencionales» (UMP) que han estado llevando a cabo los banco centrales han estado bien hasta aquí, aunque podrían tener un efecto no deseado sobre las economías emergentes.

Cada vez es mayor la preocupación por la posibilidad de que algunos países traten de sacar ventajas comerciales de la situación depreciando sus monedas. El Banco de Japón ha dicho que inyectará 1,4 billones de dólares en su economía, y una parte de ese dinero podría provocar turbulencias en las economías emergentes.

En cuanto a la zona euro «es la que tiene una mayor necesidad de equilibrar el apoyo al crecimiento y las reformas» ha dicho Lagarde, y ha añadido que los programas de profunda austeridad en la periferia de la Eurozona están conduciendo a países como Grecia, Portugal e Italia a una «fatiga del ajuste», que provoca tensiones internas.

El mundo está en una economía de tres velocidades de la que hay que salir como dice el informe de primavera del FMI, unos países están bien, otros en vías de recuperación y otros se están quedando atrás.

Por su parte, el ministro español de economía Luis de Guindos, ha mostrado su contento en la rueda de prensa por no haber sido el centro de la reunión como le ocurrió el año pasado cuando «España estaba en una situación muy complicada» y ha añadido que la preocupación por la economía de España y más en general por el futuro de la zona euro ha disminuido.