Mientras Argentina comienza a hacer las paces con los mercados financieros internacionales, las potencias emergentes que forman el BRICS la han invitado a su próxima cumbre. Este podría ser un paso hacia su reinserción en el mapa mundial, tras el ostracismo que vivió por la crisis de la suspensión de pagos de 2001.

Las muy contemporáneas novelas medievales del galés Ken Follett transportan a un tiempo en que los ricos lo tenían todo, y los pobres no se tenían ni siquiera a sí mismos.

Esas historias ambientadas en los siglos XII, XIII y XIV reconfortan en cierto modo al lector contemporáneo, rodeado de comodidades, libertades y garantías.

La marca de aquella época era la pobreza. Como dice el propio Follett, «el príncipe más rico vivía peor que, pongamos por caso, un recluso en una cárcel moderna».

Uruguay es un país pequeño entre dos gigantes, Brasil y Argentina. Pero eso no le achica. También estará en el Mundial de fútbol jugando con los grandes, como corresponde a su histórica trayectoria. Fue el primer país en acoger una Copa del mundo y la ha ganado en dos ocasiones. Muchos aficionados al balompié pueden estar estudiando la posibilidad de acercarse para conocerlo. De momento Uruguay ya está en España.

A días del inicio del tan esperado Mundial, la situación social en Brasil no da respiro. A las manifestaciones de la pasada semana en São Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte se le suma ahora una ola de huelgas que afecta el normal funcionamiento del país.

En Argentina, la inflación aumenta y las previsiones de las principales agencias de calificación de deuda continúan rebajando al país a las peores previsiones de América Latina. La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ha tenido que reaccionar anunciando un aumento de los subsidios sociales a partir de junio.

Siempre hubo una animada competencia entre el Norte y el Sur del Planeta. Esto ha dado lugar a estereotipos, discusiones, humor y por suerte aceptación de que, los dos son necesarios, pero diferentes. En plena crisis en Europa, tres personalidades del Sur, llenan de esperanzas «los tiempos que corren». Sus raíces están en el continente europeo: en el Piamonte italiano, en el País Vasco español y en tierras anglosajonas.