referendum
Un euro arrastra una bola con la bandera de Grecia

Grecia se ha hartado del yugo de Europa. Ni el corralito, ni la incertidumbre sobre su futuro incierto, ni la debacle que la Unión Europea auguraba si el 'No' ganaba en el referéndum, ni el hipotético rechazo de los estados miembros de la UE, han conseguido hacer mella en el espíritu democrático de un 61,31% de los electores griegos, que el domingo echó a andar hacia las urnas con un brillo en los ojos que la mayoría de electores europeos hemos perdido.

Nikolaos Papadogiannis

The Greek people have spoken. In an historic referendum, they have decisively rejected the deal offered by their country's creditors. Within the ruling Syriza party, however, things are not quite so straightforward.

Varoufakis y de Guindos charlan

El resultado del referendum de ayer no puede estar más claro. Una aplastante mayoría de ciudadanos griegos ha rechazado la propuesta de aceptar más políticas de austeridad si no se debate la sostenibilidad de su deuda a largo plazo. Pero ¿propicia esto el llegar a un posible acuerdo? No lo creo, pero al estar agotándose el tiempo rápidamente, al menos se ha forzado la toma de decisiones en los próximos días.

Plaza Sintagma llena de personas con banderas griegas

El resultado del referéndum griego ha sido mayoritariamente 'no'. Con más de la mitad de los votos escrutados un 61 por cierto de los griegos ha dicho que no quiere más políticas de austeridad y rechaza las propuestas de los acreedores.

Mesa redonda de los principales líderes del consejo y Alexis Tsipras

Alexis Tsipras, ha planteado esta noche que sean los griegos los que decidan si quieren aceptar las condiciones de la antes llamada troika o sobrevivir a lo que pueda venir. «Grecia, cuna de la democracia, debe enviar un mensaje rotundo», ha dicho el presidente griego al anunciar el referéndum, ha añadido que se compromete a «respetar el resultado sea el que sea.»

Sean Frayne

Por Aurora Morales/ Dublín

Estos días nadie habla de otra cosa en Dublín. El próximo viernes se celebra el referéndum en el que los irlandeses votarán a favor o en contra del matrimonio homosexual. Carteles, murales, tertulias, chapas sobre los abrigos -­aquí siguen haciendo falta en pleno mayo-­ y gente repartiendo panfletos por las calles comerciales.

Dos hombres con carteles en la espalda en los que se lee

No habrá, de momento, bodas legales entre personas del mismo sexo en Eslovaquia. El pasado sábado, este pequeño país de la Europa Central de algo más de cinco millones de habitantes estaba llamado a las urnas en un referéndum «en defensa de la familia tradicional». El resultado ha sido demoledor para la comunidad LGTB eslovaca, y es que con algo más del 90% de los votos ha ganado el sí a la prohibición del matrimonio homosexual.