Europa debe recuperar su capacidad industrial

El motor de Europa en los últimos siglos ha sido su capacidad industrial, solo oscurecida por Estados Unidos y en las últimas décadas por Japón. Desde finales del siglo XX, los paíse europeos consideraban que se podía mantener el sistema económico sin un sector manufacturero desarrollado, pero el tiempo ha demostrado que eso ha sido un error.

Perchas vacías
Perchas / Foto: eXp

Hace unos meses la Comisión Europea alertaba de que Europa se estaba desindustrializando, y había varios motivos, el encarecimiento de las materias primas, la restricción al crédito, el estancamiento de las administraciones públicas y el descenso de la inversión. En 2012 el PIB europeo del sector industrial cayó un 15,5%, un proceso imparable en los últimos años. Según Eurostat, en el año 2000, el sector industrial aportaba el 18,5% del PIB europeo , en 2009 llegó al mínimo del 14,4 y en 2012 era de un 15,2%. La propia CE aseguraba que «sin industria no hay crecimiento, ni puestos de trabajo». En España esa relación era del 13,3%.

Cotec ha reunido en Portugal a unos 250 empresarios y expertos españoles, italianos y portugeses, -los países más afectados por la crisis-, que han analizado la situación. Durante el V Encuentro de Cotec Europa, celebrado en Lisboa y al que también ha asistido el comisario de Indústria, el italiano Antonio Tajani, se ha presentado un análisis comparado sobre la situación de la industria europea en todo el continente y concretamente en esos 3 países. Duante muchos años Europa ha asumido que podría mantener un sistema económicos sin contar con un sector manufacturero desarrollado, y ahora es una de las debilidades del sistema europeo industrial, que ha quedado desmantelado de grandes sectores. Para los industriales es imprescindible recuperar lo más rápidamente posible la capacidad industrial perdida.

Las responsabilidades de recuperación de este sector deben tomarla tanto el sector público como el privado, dicen los responsables de Cotec, pero es necesario que, para ser competitivo, esa reindustrialización esté de nuevo basada en la tecnología, la innovación, la fiscalidad y la formación. A los que hay que añadir el desarrollo de nuevas infraestructuras y la internacionalización del comercio.

Según los participantes en el encuentro, el sector manufacturero es muy exigente y un pilar básico para la competitividad. Las pymes son las que suministran los bienes intermedios de alto contenido tecnológico en este sector y son un complento de las grandes empresas realizando innovaciones más radicales, pero son las grandes empresas las que actúan como motor de desarrollo. Por su parte las administraciones deben apoyar la investigación aplicada y crear consorcios público-privados precompetitivos, facilitando el acceso a los servicios tencológicos.

En el ámbito de la fiscalidad, consideran que los tipos impositivos deben favorecer la creación de nuevas empresas, para ello es necesario favorecer las inversiones en determinados activos y potenciar el empleo de personal cualificado. En ese sentido, cabe señalar que este sector necesita una mano de obra formada en todos los niveles de ocupación. Los responsables políticos creen que hay que solucionar el problema que supone el exceso de jóvenes europeos con formación universitaria en campos no demandados por la industria.

El rey de España y los presidentes de Portugal, Aníbal Cavaco Silva y de Italia, Giorgio Napolitano han defendido la necesidad de impulsar la tecnología y la innovación para reindustrializar Europa, han participado en el IV Encuentro de Cotec Europa celebrado en Lisboa. En las conclusiones se ha resaltado que para desarrollar la industria manufacturera es importante mejorar infraestructuras energéticas, de transporte y telecomunicaciones que faciliten el movimiento eficiente de personas, materiales y productos. Todo esto solo se puede potenciar si las empresas abren sus mercados nacionales e internacionales, favoreciendo acuerdos comerciales con otros países y ampliando los crécitos a la actividad exportadora.