Europa está dilapidando su mano de obra más cualificada

En estos momentos el mundo del trabajo en la UE está lleno de paradojas, mientras que las encuestas dicen que en las empresas se quejan de no encontrar trabajadores suficientemente preparados, el 29 % de los trabajadores altamente cualificados ocupan puestos muy por debajo de su nivel de preparación.

Un trabajador en una acería
En la UE se da la paradoja de un paro altísimo y puestos de trabajo que no se cubren/ Foto: PE

Las encuestas hechas a las empresas europeas revelan que casi un 40 % de ellas tiene dificultades para encontrar personal con las competencias adecuadas. Muchos empresarios y responsables políticos lo lo atribuyen a una escasa preparación de los jóvenes recién licenciados y de otros trabajadores.

Sin embargo, según el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), en su informe «Desajustes de competencias: más de lo que parece a simple vista» son otras las causas que explican ese desajuste entre un paro cada vez mayor y las dificultades para cubrir los puestos vacantes.

Por una parte en la UE hay más trabajadores con pocos estudios que puestos de trabajo para ese nivel, mientras que en un nivel de estudios superior se igualan la oferta y la demanda. Sin embargo si nos situamos en un nivel medio de estudios se produce un desequilibrio al que se adapta normalmente el mercado.

El actual desajuste se debe a que la escasez de trabajo hace que la competencia por un puesto de trabajo sea mayor, y que las personas estén más dispuestas a aceptar trabajos que no se corresponden con su nivel de titulación. En la UE, alrededor del 29 % de los trabajadores altamente cualificados realizan trabajos que requieren normalmente titulaciones de nivel medio o bajo, lo que les convierte en trabajadores 'sobrecualificados'.

Estos trabajadores cobran poco, no están satisfechos con su trabajo y sufren una mayor rotación que las personas que ocupan puestos de trabajo más ajustados a su titulación. Más de una tercera parte de los trabajadores sobrecualificados, especialmente los grupos vulnerables y en particular los inmigrantes, las mujeres y los jóvenes se ven atrapados a menudo en trabajos en los que no pueden desarrollar ni aprovechar a fondo sus capacidades y a la larga se frustan.

Se podría haber pensado que los signos de recuperación económica y el gran número de puestos de trabajo disponibles se habrían reflejado en un descenso del paro. No ha sido así.

El informe de Cedefop concluye que aunque hay empresas que tienen dificultades para cubrir determinados puestos de trabajo, como programadores informáticos, en la mayoría de los casos más que la falta de competencias son otros factores los que influyen, como por ejemplo los bajos salarios, las malas condiciones laborales, falta de movilidad y, que dada la abundancia de candidatos altamente cualificados, las empresas se dan tiempo para encontrar al candidato ideal.

Todo eso lleva a la situación actual de una elevada tasa de desempleo, por una parte, y dificultades para encontrar trabajadores cualificados que cubran los empleos vacantes por otra.

Según datos de la encuesta Manpower realizada en 2013, sólo el 7 % de las empresas estaban dispuestas a redefinir sus criterios de contratación.

Las empresas tienden a no contratar a trabajadores de fuera, tampoco a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores de más edad, aun cuando la mayoría sean trabajadores muy bien preparados.

En la economía europea existen actualmente dos millones de empleos vacantes y, sin embargo, en 2012, cerca del 20 % del total de la población activa –unos 46 millones de personas– se encontraba desempleada o subempleada.

El Foro Económico Mundial publicó un informe con la colaboración de Cedefop sobre el desequilibrio entre la oferta y la demanda en el que se subraya que la creación de empleo es fundamental, pero que es necesario abordar todos los aspectos relacionados con ese desequilibrio.

La conclusión a que llega el informe es que conviene intensificar los esfuerzos orientados a acercar la educación y la formación al mercado de trabajo. Los adultos, tanto en activo como en paro, deben desarrollar sus capacidades a lo largo de toda su vida laboral. Pero que las empresas deben invertir en la formación de sus plantillas, ampliar sus estrategias de formación, revisar sus normas y contratar más.

De no actuar así, solo se conseguirá prolongar la crisis.