Fallece Ian Paisley, el negociador con mano de hierro

Ian Paisley, el reverendo protestante que aseguró que «nunca, nunca, nunca», pactaría con los católicos norirlandeses, ha muerto a los 88 años. Lo que no sabemos es si aún le quedan convicciones irrevocables para llevarse a la tumba, tal y como proclamó hace años al declarar «me llevaré a la tumba mis convicciones». Protestante radical, el ex primer ministro del Ulster, mantuvo una oposición imbatible contra el IRA, hasta que en 2007, y tras más de 30 años de odio interconfesional, acabó formando gobierno con su archienemigo, Martin McGuinness, ex teniente del IRA, lo que contribuyó a una relativa estabilidad política en el Ulster.

Ian Paisley en Stormont
Ian Paisley en Stormont / Foto: DUP

Compartieron poco tiempo los máximos cargos de Irlanda del Norte, ya que en 2008, el reverendo dejó la dirección del DUP y el cargo de primer ministro. Hace 10 años fue operado del corazón y desde entonces utilizaba un marcapasos con el que «caminaba con la sombra de la muerte», en palabras del propio Paisley. «Si alguien me hubiera dicho un día que yo formaría un gobierno así, nunca le habría creido», admitió en un ocasión. No solo eso, sino que acabó manteniendo una muy buena relación con McGuinnes. El líder del Sinn Feinn, ha reconocido hoy que Paisley «fue un opositor político y se convirtió en un amigo».

A mediados de los 60 Ian Paisley, fundó el Partido Democrático Unionista (DUP), una formación de protestantes conservadores opuestos a cualquier acuerdo con los católicos, convirtiéndose en una de la fracciones más intransigentes de los unionistas, lo que le valió el seudónimo de «Mr. No». Su carácter intransigente le llevó a ser expulsado de tres parlamentos: el de Belfast, la Cámara de los Comunes y Estrasburgo, en este caso por calificar a Juan Pablo II de anticristo. No fue el único personaje internacional al que criticó, también llegó a decir de la reina Isabel II, que «se había convertido en un loro del gobierno laborista», cuando en 1998 la corona británica anunció una visita a la República de Irlanda.

El acuerdo de Viernes Santo firmado el 10 de abril de 1998, facilitó el camino para que católicos y protestantes compartieran el poder, y pacifió la provincia norirlandesa tras 30 años de violencia sectaria en la que murieron casi 3.600 personas entre 1969 y 1998. Desde hace 14 años, cada Viernes Santo, el nombre de Anthony Abbot, de 19 años, es el primero de una retahíla de personas que perdieron la vida en un encarnizado enfrentamiento interno en el que perdieron la vida católicos, protestantes, unionistas, nacionalistas, civiles, militares fueran irlandeses o británicos. La intransigencia de Paisley y la dureza del IRA dificultaron cualquier tipo de acuerdo entre ambos bandos y alargó la agonía de un conflicto que todavía hoy mantiene algunas heridas abiertas.