FITUR promociona el turismo gay en Europa

La Feria Internacional de Turismo (FITUR) que se celebra en Madrid vuelve a abrir un pabellón exclusivo para el turismo gay, consciente de la importancia que tiene. En el plano europeo, se trata de un colectivo que viaja hasta 4 veces más que la media y desembolsa cada año 8.000 euros por persona en viajes. Los ingleses, los gays más viajeros.

Montaje de varias imágenes de FITUR
FITUR 2012/Foto:FITUR

Este domingo se clausura la 32ª edición de FITUR, la segunda Feria Internacional de Turismo más importante del mundo. Lo hace nuevamente con un gran éxito de público, que ha disfrutado desde el pasado día 18 de un completo recorrido por las ofertas turísticas que ofrecen 9.500 expositores de 167 países o regiones..

Por segundo año consecutivo en el pabellón 10 del recinto ferial de Madrid, Ifema, se ha instalado FITUR gay, un completo programa de actividades y conferencias sobre turismo y ocio para lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB). Más de

65 conferenciantes de distintos países han participado en las diferentes ponencias y debates. Entre ellas, la Organización Mundial del Turismo (OMT) que ha presentado un estudio conjunto con la International Gay & Lesbian Travel Association (IGLTA) sobre este tipo de turismo en el que se analiza qué tipo de mensajes llegan al público desde este colectivo. Desfiles de Mr. Gay España o un set de música con DJs emergentes han sido algunas de las ofertas lúdicas que se han podido ver en FITUR gay.

Todo ello arropado por un acto institucional de apertura en el que participaron, entre otras autoridades, el consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria.

El turismo gay proporciona a la capital de España más de 3 millones de visitantes al año debido a los más de 350 eventos orientados a este colectivo que se celebran dedicados al ocio, la cultura y el deporte. Otras ciudades españolas con una mayor oferta dirigida a ese colectivo son, según la OMT, Barcelona, San Sebastián y Sitges. En Europa Amsterdam o Berlín se llevan la palma. A nivel mundial, este turismo representa el 10% del flujo anual de viajeros y engloba el 15% del gasto total, según datos presentados en FITUR.

Se trata de un perfil con un poder adquisitivo alto, con capacidad para viajar en cualquier fecha del año y que gasta de media, por ejemplo, en el caso de los que acuden a España, unos 130 euros al día durante su estancia. Anualmente, sobre todo los europeos, dedican más de 8.000 euros por persona al ocio y viajan cuatro veces más que la media, porque su comportamiento como consumidor es el de una persona soltera sin hijos, lo que les permite tener un mayor gasto

Los gays ingleses son los más viajeros

En un momento en el que la crisis económica interrumpe los planes de viaje de muchas personas, el turismo gay se ha convertido en una mina de oro para muchos países. Es Reino Unido y su población LGTB la que más programa este tipo de salidas.

Así lo asegura el consejero delegado de la consultora Out Now, Ian Johnson, quien asegura que en el Reino Unido los cerca de 3 millones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales británicos cuentan con unos ingresos totales de 81.000 millones de libras (89.600 millones de euros), lo que supone un nicho de mercado «muy atractivo» en estos momentos.

El responsable de esta consultora especializada en el ámbito homosexual destacó durante una rueda de prensa celebrada en el marco de la pasada feria World Travel Market (WTM) celebrada en Londres que «no se puede cerrar la puerta a un colectivo que mueve 700.000 millones de dólares (541.084 millones de euros) en EEUU y que agrupa a 12 millones de personas en Latinoamérica, 15 millones de europeos y más de 1 millón de australianos».

«A los gays y a las lesbianas les encanta viajar y cuando lo hacen les gusta sentirse bienvenidos y tener la seguridad de que se les va a tratar con todo el respeto que merecen», indicó Johnson. De hecho, según los datos de la Asociación de Turismo de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (IGLTA, siglas en inglés), el poder adquisitivo de este colectivo, su mayor control del tiempo libre y su curiosidad por conocer otras culturas han hecho que el «turismo gay» haya sido capaz de resistir la crisis mejor de lo que lo ha hecho el «turismo heterosexual».