Grecia y los griegos, según Petros Márkaris

Grecia celebra elecciones generales en medio de una profunda crisis económica, política y social. Por primera vez en los carteles no aparecen los nombres de los Papandreu o Karamanlis. Los griegos, que a lo largo de los siglos expresaron su visión del mundo a través de la mitología, tienen ahora a Petros Márkaris, uno de los escritores que mejor refleja la realidad. Con él y con su personaje de ficción, el comisario Kostas Jaritos, repasamos algunos de los problemas que afectan a la mayoría de los griegos.

Petros Márkaris con su gato
Petros Márkaris, escritor/Foto:Y. Sobero

Alguien dijo que lo que no sabe explicar la historia, lo desentraña la literatura. Una vez más, la historia no nos servirá para evitar viejos errores y los actuales informes tecnocráticos y financieros, muchas veces firmados e impulsados por aquellos que no supieron advertirnos de esta crisis, apenas nos darán un reflejo de sus consecuencias humanas, sociales.

La Grecia clásica es la cuna de buena parte de las palabras que describen los males que aquejan y pagan los griegos de hoy: crisis, economía, democracia, oligarquía, quimera, ánimo, demagogia, agonía... euro... Europa.

El novelista Petros Márkaris, aúna los avatares históricos de Grecia: nacido en Estambul, es hijo de armenio y griega. Traduce a grandes autores alemanes y en griego, da voz a su comisario Jaritos, protagonista de sus novelas y cuyas andanzas por una Atenas dura y sin esplendor revelan las entrañas y contradicciones de la sociedad griega.

Estas son algunas pinceladas de sus retratos de la Grecia del comisario Jaritos, de la Grecia de hoy:

- ¡En este país todo es una farsa! (El accionista mayoritario)

- Quizás mi hija tenga razón cuando dice: 'Despierta, mamá, el ideal de Grecia ha muerto, sólo falta que lo enterremos '. (Muerte en Estambul)

- Primero con la cuestión de Chipre, y luego con la de Macedonia, hace años que oigo lo mismo, y el prestigio internacional del país no ha mermado ni crecido, sea porque, como todo el mundo sabe, es tan bajo que nada lo altera, o porque está tan hundido que ya no puede caer más bajo. (El accionista mayoritario)

- ¿Desde cuándo en Grecia la lógica da buenos resultados? (Con el agua al cuello)

- Nosotros nos comimos montones de fondos de la UE y no fuimos capaces de crear un mísero registro de la propiedad (Muerte en Estambul)

- Es una casa de dos plantas y no está cerca del mar, sino en lo alto del monte, a dos pasos de Jora. La construyeron el cuñado de Andrianí y su hermano en la época dorada de las subvenciones agrícolas de la Comunidad Económica Europea. Mi cuñado es ferretero y su hermano tiene un café, nada que ver con los nobles campesinos. Sin embargo, heredaron un terruño de su padre en el que pusieron a trabajar a unos albaneses, recogieron la cosecha, la enterraron en un descampado y se embolsaron la subvención. Así pudieron construir la casa. Bueno, más que de una casa, se trataba de cuatro paredes de ladrillo que luego blanquearon con una mano de cal. (Defensa cerrada)

- Ahora los españoles y los portugueses tienen problemas, como nosotros. Para los mercados financieros somos los PIIGS, 'los cerdos'. Y cada cerdo debe ayudar a los demás, no hacerles la pelota a los tiburones y ahora estamos ahogándonos, porque los cerdos no saben nadar. Por eso tienes que comprarte un SEAT Ibiza. (Con el agua al cuello)

- Toda Grecia funciona a base de préstamos. Sean hipotecarios, al consumo, a las empresas o para ir de vacaciones, los préstamos son la palanca que mueve al mercado griego. Los bancos tienen como rehén a más de la mitad de la población griega. Ahora, con la crisis, las cosas han empeorado. A ningún rehén le gusta su condición. Al principio intenta liberarse pero, cuando ve que no le es posible, sólo le queda la venganza. (Con el agua al cuello)

-Ningún contable denuncia a su jefe por evasión de impuestos, teniente. A fin de cuentas, esta es su labor: escamotear dinero a Hacienda. (Defensa cerrada)

- El griego que no piensa que el estado le roba y no se cree en el deber de desquitarse, o está loco o no es griego. (Suicidio perfecto)

- Grecia es una república presidencial gobernada como si fuese un reino por tres familias reales: la de los Karamalís, la de los Papandreu y la de los Mitsotakis. Ellas eligen cada vez al sucesor. (...) Tres familias reales, en medio de una serie de regentes, y un pueblo que vota al sucesor que le mandan. Si acabases con la publicidad, ni ellos podrían hacerse autopropaganda. (El accionista mayoritario)

- El altruismo político, que universalmente suele ser escaso, y que en Grecia no existe ni en el diccionario. (El accionista mayoritario)

Un sistema político que, según Petros Márkaris, es causa y no solución de los problemas de Grecia. En una entrevista para el programa «En Portada» de TVE, subraya que «la crisis económica es el resultado de un mal sistema político, ¡cuidado!, que hablo de sistema no de partido, que lleva gobernando Grecia durante los últimos 30 años. Ahí empieza todo, el gran error que ha cometido el sistema político es que lleva tres décadas recibiendo dinero, préstamos. Muchos comentan que si los europeos han hecho esto o lo otro, pero Europa ha dado muchísimo dinero, que se derrochó sin que se invirtiese nada, sin que se hiciese lo correcto y los políticos decían a la gente lo que ellos querían escuchar. (...) Hoy en día, el país no está en peligro por una guerra, sino que está en peligro por la pésima, la criminal gestión que llevaron a cabo sus gobiernos en un periodo ideal para el país. La coyuntura era perfecta, la mejor oportunidad que tuvo Grecia jamás y los gobiernos lo arruinaron y esto es un crimen imperdonable».

Cuando conozcan los resultados de las elecciones generales griegas, lean a Márkaris. Descubrirán nuevas claves, quizás los entiendan mejor.