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Si la selección española, con su segunda Eurocopa consecutiva y un mundial en medio, ha conseguido cambiar la historia futbolística de España, también el teléfono móvil e internet han cambiado a la sociedad española. Dos de cada tres usuarios modifican sus hábitos de vida por internet y no siempre para mejor. Según una encuesta del CIS, la mayoría de usuarios, opina que las nuevas tecnologías nos aíslan, nos vuelven más perezosos y nos hace perder el tiempo.

Una mujer trabajando con un Ipad
Mujeres internet / Foto ITU

Si la selección española, con su segunda Eurocopa consecutiva y un mundial en medio, ha conseguido cambiar la historia futbolística de España, también el teléfono móvil e internet han cambiado a la sociedad española. Dos de cada tres usuarios modifican sus hábitos de vida por internet y no siempre para mejor. Según una encuesta del CIS, la mayoría de usuarios, opina que las nuevas tecnologías nos aíslan, nos vuelven más perezosos y nos hace perder el tiempo. El correo electrónico, leer las noticias 'on line', buscar información de ofertas formativas (cursos o becas), participar en redes sociales y descargar música o películas son, por ese orden, las principales actividades que los españoles desarrollan en Internet.

Los que no han perdido el tiempo han sido los científicos del CERN. Más de 3.275 investigadores de 41 países, admiraron el miércoles lo que parece un gran paso para la ciencia: una nueva partícula que podría ser el tan esperado bosón de Higgs, clave para comprender por qué la materia tiene una masa que, combinada con la gravedad, da su peso a un objeto. También llamado la partícula de Dios, permitirá desvelar algunas de las claves del Universo. Todo ello ha sido posible con el LCH, un enorme acelerador de partículas que está en un túnel subterráneo de 27 kilómetros en la frontera entre Francia y Suiza y ha permitido desentrañar lo que hasta ahora era uno de los grandes misterios de la física. En el interior del LCH chocan a altísimas velocidades dos haces de protones entre sí.

Unos quedan atónitos con los avances de la ciencia y otros prefieren disfutar de un buen cuadro. El arte también ha sido noticia esta semana por varios motivos. Uno de ellos, es que la baronesa Thyssen, dice que no se avergüenza de haber vendido «La esclusa», de John Constable, por casi 28 millones de euros. Carmen Cervera tardó 3 años en tomar esa decisión y ha vuelto a insistir en que la crisis económica afecta a todos los estratos de la sociedad. Con el dinero que ha obtenido por esta pintura, récord de venta por la obra de un pintor británico, dice que se siente tranquila y además ahora tiene cash.

Si no tiene cash, seguro que sí tiene caché. James Bond, suave, sofisticado y sexista llegó a la pantalla hace 50 años. En Londres, el Barbican Centre aprovecha la efeméride para presentar una exposición sobre el más famoso y atractivo agente secreto. Estará en la capital británica hasta el 5 de septiembre y luego viajará por todo el mundo durante 3 años. Tiburones de mandibula de acero, enemigos o el bikini blanco de Úrsula Andress son algunos de los objetos de culto que se pueden ver. Un mundo de glamour y gadgets que se han convertido en icono del cine. Los visitantes son recibidos por una réplica del actor Sean Connery, relajado junto a su elegante Aston Martin DB5 inmortalizado en «Goldfinger».

Para vehículos emblemáticos el Ferrari Testarossa que diseñó Sergio Pininfarina. El hombre que dotó a los vehículos de elegancia, estilo y belleza armónica, ha muerto esta semana a los 86 años. Su nombre está ligado al diseño italiano y a Ferrari, para los que su familia ha diseñado algunos de los coches más sofisticados y aclamados de la famosa escudería de Maranello. Colaboró con Ferrari, Alfa Romeo, Maserati , Rolls-Royce..., De su mente surgieron automóviles de ensueño como el Chevrolet Corvette Rondine, Cadillac Allante, Fiat 124 Spider, Ferrari Testarossa, Ferrari Enzo, Maserati Quattroporte o el Ferrari Scaglietti. Conducirlos, un sueño, no solo para James Bond.