Incendios y sequía extrema en España

Desde hace días varios incendios en Galicia que todavía no han podido ser controlados están poniendo en peligro uno de los patrimonios naturales europeos más importantes, el bosque atlántico mejor conservado de Europa, las Fragas del Eume. También hay incendios en quince municipios de Asturias. En otros lugares la sequía más aguda de los últimos 50 años está afectando a 5,1 millones de hectáreas de secano y 272. 080 explotaciones ganaderas.

Un foco de fuego
Fuego en Fraga do Eume, A COruña (Galicia)/Foto:CC

Las Fragas del Eume ocupa una superficie de 9.125 hectáreas a unos 60 kilómetros al este de A Coruña en Galicia. Lagos, bosques, valles forman un ecosistema en el que perviven especies autóctonas de gran valor. Es la mejor representación del bosque Atlántico Termófilo de Europa. Fraga es un término gallego que significa, extensión de monte con mucha vegetación que crece espontánea, lo que en castellano se podría traducir como bosque. Un espacio que alberga además de una rica flora una fauna integrada entre otros por gato montés, gineta, marta, zorro, buho real, azor, martín pescador... una relación interminable.

Ya se ha quemado una superficie de 700 hectáreas. Todos los indicios indican que los fuegos han sido intencionados.

En Asturias se mantiene activado por sexto día consecutivo el Plan de Emergencia en situación 1. Este sábado han sido 107 los incendios que se declararon y 280 los que se han controlado en los últimos días.

La sequía más aguda que se sufre en España en los últimos 50 años está pasando factura a 5,1 millones de hectáreas de cereales de secano sembradas y a 272.080 explotaciones ganaderas de vacuno, ovino y caprino.

Según la coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la ausencia de lluvias desde el pasado mes de moviembre ha provocado una pérdida media de rendimiento de entre el 30 por ciento y el 60 por ciento en las siembras de cereales de otoño-invierno (trigo, avena, cebada, centeno). En las zonas más castigadas de Aragón, Cataluña y Navarra se da prácticamente por perdida la cosecha.

Los cultivos destinados a la alimentación animal han tenido un desarrollo muy poco satisfactorio. La falta de hierba ha hecho que los ganaderos tengan que suplementar la alimentación con pienso y forraje, que aumenta considerablemente el precio.

En los cultivos de regadío, los efectos derivan del incremento en el precio del agua de riego. La sequía además hace que empeore la calidad del agua y eso deriva en aumento de enfermedades y propagación de plagas.

La apicultura está sufriendo especialmente, la falta de lluvias puede hacer que se pierda el 100 por cien de la cosecha de miel y polen de primavera debido a la precariedad de las floraciones. Los primeros cálculos de las organizaciones agrarias indican que los apicultores podrían perder hasta 98 millones de euros.