La deuda pública, al desnudo

¿Quién tiene la culpa de la crisis de deuda pública? En un campo donde no existen normas, regulaciones ni principios, sólo mercado, la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) llama a la responsabilidad conjunta de los sectores público y privado, de prestamistas y acreedores, que están poniendo en peligro la frágil recuperación económica mundial.El presidente islandés dice que los grandes bancos y las agencias de calificación de riesgos no pueden eludir su culpa y se pregunta si hay que privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.
Evolución de la rentabilidad de bonos en la eurozona
Evolución de la rentabilidad de bonos en la eurozona /Imagen: Thomson Reuters

¿Quién tiene la culpa de la crisis de deuda pública? En un campo donde no existen normas, regulaciones ni principios, sólo mercado, la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) llama a la responsabilidad conjunta de los sectores público y privado, de prestamistas y acreedores, que están poniendo en peligro la frágil recuperación económica mundial. Doce de los diecisiete Estados de la eurozona sufren ya el contagio de la crisis de deuda. El presidente islandés dice que los grandes bancos y las agencias de calificación de riesgos no pueden eludir su culpa.

Por Gustavo Capdevila


GINEBRA (IPS) - Con la profunda crisis de endeudamiento público en los países más ricos como telón de fondo, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) intenta que prestamistas y acreedores asuman principios de responsabilidad. El secretario general de la agencia, Supachai Panitchpakdi, explicó que esos principios tenderían a reducir la frecuencia con la que se producen las crisis de deuda, estimulando a actuar de manera responsable tanto a los acreedores como a los compradores de títulos soberanos.

La severidad, especialmente en Europa, de la crisis de deuda, conformada por obligaciones contraídas por los Estados, amenaza con frustrar la frágil recuperación de la economía mundial, describió el jefe de la Unctad. Al mismo tiempo, los sobreendeudamientos públicos aumentan en algunos países en desarrollo y los niveles de compromisos financieros del sector privado interrumpen el crecimiento en muchas naciones. «En esas condiciones, el mundo debe valorar la importancia de buscar formas eficaces de prevención, gestión y solución de las crisis de endeudamiento».

La Unctad discutió esta semana un proyecto de 15 principios sobre promoción de cesión y toma responsables de préstamos soberanos. El texto fue aprobado por las delegaciones de los gobiernos miembros, con excepción de Estados Unidos, que dejó constancia de su poco interésy pidió que se reconozca el carácter de mero borrador del documento.

La conferencia de la ONU pide la regulación de los mercados financieros y promueve la responsabilidad de los actores del endeudamiento público porque, a diferencia de lo que ocurre en el comercio internacional, no existen normas, principios o regulaciones para la financiación de los Estados. En el campo del comercio internacional, cuando un gobierno intenta tomar ciertas decisiones, debe cerciorarse antes de que esos pasos concuerden con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).En cambio, para las operaciones de endeudamiento público, el único límite es el mercado, observa la Unctad.

El ejemplar caso islandés

El presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimsson, expuso la experiencia que su país extrajo del tsunami financiero que lo sacudió a partir de 2008. Grimsson resaltó que los principios aprobados subrayan las responsabilidades de los que adquieren créditos, a la vez que se extienden sobre los deberes de los prestamistas. «Esto es de importancia fundamental», dijo. Las causas de los fracasos no deben atribuirse exclusivamente a los prestatarios. El presidente islandés puntualizó que los grandes bancos y las agencias de calificación financiera «no pueden decir ahora que no tienen ninguna culpa».

Grimssontambién hizo notar que la crisis financiera en Europa es una advertencia de que la arrogante visión occidental, que ha prevalecido durante décadas, según la cual los problemas de endeudamiento excesivo eran cosa del mundo en desarrollo, «se ha visto dramáticamente desactualizada».

El presidente de Islandia preguntó si los países deben tener un sistema bancario que privatiza los beneficios pero socializa las pérdidas, a la vez que cambia los fracasos privados en deuda soberana.«Si surge un conflicto entre los intereses del mercado financiero y la voluntad popular, qué opinión debe prevalecer», preguntó. Cuando esa disyuntiva se produjo en Islandia, ante la exigencia de los gobiernos de Gran Bretaña y de Holanda de que se diera primacía a los intereses de los mercados financieros, «para mí estuvo claro que era la democracia la que tenía que prevalecer», insistió.

La conferencia convocada por la agencia de la ONU analizó también la cuestión de la auditoría de las deudas externas para separar el grano de la paja, o sea las deudas legales de las que antes se llamaban deudas odiosas, es decir, las ilegales.

María Lucia Fattorelli, de la Auditoría Ciudadana de la Deuda, una organización no gubernamental brasileña, nos dijo que después de 30 años de auditar a Ecuador y 39 años a Brasil, llegó a la conclusión de que el sistema de la deuda solo beneficia a los grandes bancos internacionales.«Ese sistema no sirve como mecanismo para financiar a nuestros países, como debería ser de acuerdo a la definición de deuda pública acuñada por la teoría económica», dijo.

En su opinión, la actual crisis financiera ha demostrado la usurpación de los instrumentos de deuda pública, usados como mecanismo de transferencia de recursos públicos para cubrir problemas del sistema financiero privado, hundido en operaciones dudosas de productos derivados sin respaldo.