La política regional europea exigirá cuentas claras

Las regiones europeas recibirán unos 400.000 millones de euros en el nuevo programa de política de cohesión de la Unión Europea (2014-2020). Aunque el debate entre la Comisión y el Parlamento todavía no está cerrado, la CE quiere que los proyectos que reciban ayudas se centren en la creación de empleo y el crecimiento económico: es decir en la Estrategia 2020. La Comisión pedirá a los estados proyectos innovadores, viables y arriesgados, y aumentará el control del gasto. Pero tiene previsto que a los Estados que no cumplan con el déficit se les paralicen algunos proyectos.

Reunion del Comite de las Regiones
Reunion del Comite de las Regiones / Foto: Comite des Regions

Se acabó hacer piscinas climatizadas, a cargo de los fondos de cohesión de la UE, también aeropuertos locales, y grandes infraestructuras que no sean básicas. Ahora hay que potenciar prioritariamente a las pequeñas y medianas empresas locales y regionales para que creen empleo y negocios sostenibles. Esa va a ser la nueva filosofía de la política regional europea. Ha quedado claro durante la celebración de los «Open Days», que se desarrolla estos días en la capital europea, con la presencia de más de 5.500 representantes de regiones y ciudades de Europa.

Todos ellos deben familiarizarse con las nuevas normas que se establecerán (todavía quedan flecos importantes por pactar) en la nueva política regional comunitaria, y que estarán centradas en la creación de empleo, la innovación y el crecimiento. Además se diversificarán las fuentes de financiación y se estudia que tanto los fondos FEDER comos el FSE sean utilizadas como aval para las Pymes, que presenten programas competitivos y ayuden a la creación de empleo.

España dejará de recibir Fondos de Cohesión, pero seguirá contando con los Fondos FEDER y Fondo Social Europeo. Desde 1998, las regiones españolas han recibido más de 170.000 millones de euros: un auténtico Plan Marshall. Dejar de recibir Fondos de Cohesión, aseguran en la Comisión, es un buen síntoma, porque ya solo queda una Comunidad Autónoma en España en el grupo de las regiones menos desarrolladas: Extremadura (es decir que es la única que se situa por debajo del 75% del PIB europeo).

El problema, dicen las regiones, es que los indicadores que se han tenido en cuenta para repartir los fondos de la política regional para 2014-2020, son anteriores a la crisis y por tanto regiones que en 2007 habían conseguido superar la categoría de «regiones pobres» han visto caer su «riqueza». Aunque todavía no hay un compromiso por escrito, la Comisión Europea revisará los indicadores de riqueza en 2016 y podrían ampliarse las ayudas previstas para algunos Estados miembros, principalmente del sur de Europa.

Pero no será fácil. Para que un Estado reciba más ayudas, tendrá que cumplir con las recomendaciones deficitarias de la UE y ejecutar sus compromisos financieros. La Comisión propone congelar las ayudas regionales a los países expedientados por no aplicar las recomendaciones de déficit. Las regiones dicen que no «se puede hacer responsables a los entes territoriales, del incumplimiento de los gobiernos nacionales y cancelarles compromisos y pagos». Es decir, están en contra de que se castigue a las regiones por el incumplimiento de los Estados.

El Comité de las Regiones también ha pedido la creación de una «reserva de flexibilidad a nivel europeo», que permita que los fondos que no se han utilizado puedan servir para financiar otros proyectos que necesiten más dinero del que se había previsto en un principio, dentro del mismo país. Con esa medida se potenciaría también a las regiones más innovadoras.

Los responsables regionales europeos debaten hoy y mañana en Bruselas, el estado de las negociaciones de los Fondos estructurales y la nueva política regional para el período 2014-2020. El pleno del Comité de las Regiones, pide a la Comisión Europea que se modifiquen algunas pol'ticas y se oponen frontalmete al principio de condicionalidad económica, amenazando con presentar una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE.