La primavera árabe y los «indignados», mejores representantes de este 2011

La primavera árabe ha protagonizado 2011. Un año que será recordado porque millones de personas han ocupado calles y plazas para exigir sus derechos de libertad y justicia. También en Europa y otros países desarrollados, el movimiento «indignados» ha recuperado el espacio público para debatir y presentar propuestas. La UE ha rendido un homenaje a las personas que dedican su vida a la promoción y protección de los derechos fundamentales de las personas en todo el mundo y ha destacado el papel de los medios sociales para promover y respaldar el cambio.

Una pintada en la pared que dice La revolución continúa en Túnez
Foto:youTube

La primavera árabe ha protagonizado 2011 ....un año que será recordado porque millones de personas han ocupado calles y plazas para exigir sus derechos de libertad y justicia.

También en Europa y otros países desarrollados, el movimiento «indignados» ha recuperado el espacio público para debatir y presentar propuestas.

La Unión Europea ha rendido un homenaje a las personas que dedican su vida a la promoción y protección de los derechos fundamentales de las personas en todo el mundo y ha destacado el papel de los medios sociales para promover y respaldar el cambio.

Han colgado sus demandas y reivindicaciones en los muros de las ciudades o de facebook, en el suelo de las plazas, en camisetas, en edificios públicos..... Han abierto un debate público en el que han participado hombres y mujeres de todas las edades, de todos los grupos sociales y culturales.

La primavera árabe y el Movimiento «indignados» han protagonizado este 2011 que será recordado como el año en que millones de personas han exigido sus derechos de libertad, justicia y participación social.

La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, lo ha calificado como un «sueño mundial desatendido, que ha tenido un efecto contagioso gracias a las redes sociales. Ha comparado el movimiento de «indignados» en los países desarrollados con la primavera árabe porque ambos reivindican que los derechos humanos estén en el centro de las políticas sociales y económicas. Los dos movimientos presentan características comunes, pero también tienen diferencias básicas.

José Antonio García, investigador del «Institut Universitari de drets humans» de la Universidad de Valencia, explica a Euroxpress que «en los países árabes están pidiendo democracia y aquí pedimos un grado más... que la democracia no solo sea formal, sino sobre todo real, que sirva para igualar las condiciones de vida de todas las personas».

Lidia Serrano, investigadora del «Institut de drets humans de Catalunya», nos aclara un dato más. «En el sur las movilizaciones tienen que ver con reivindicaciones de nuevos derechos, en cambio en el norte tienen que ver con recortes sociales. Nosotros queremos reconquistar derechos que ya teníamos ganados en cierta forma y que ahora están siendo recortados y por eso se ha movilizado la gente, mientras que en los países árabes quieren conquistar derechos que hasta ahora no habían podido disfrutar».

Miles de personas han pasado días y noches en las plazas de las principales ciudades, sabiendo que su reivindicación no era un sueño imposible. Que es un legado para el futuro de sus países. Lidia Serrano tiene claro que «los derechos humanos no son políticamente neutrales. Nosotros podemos decidir si dedicamos nuestros esfuerzos, nuestro presupuesto a los derechos humanos o no. No sé si es fácil o difícil, es una apuesta que cada uno hace por una sociedad digna».

El secretario general de la ONU, Banki Moon, ha destacado especialmente que los países del Magreb, «han puesto en marcha transiciones democráticas que han permitido derrocar a varios dictadores y que a pesar de la muerte de miles de personas han reivindicado sus derechos básicos, 2011 ha sido un «año extraordinario» en el largo camino por la lucha de los derechos humanos.

Movimientos que se iniciaron hace un año de forma pacífica y que han sido reprimidas de manera violenta. No hay cifras oficiales pero se calcula que al menos unas 6.000 personas han muerto mientras se manifestaban o tras ser arrestados en sus casas. Eso sin contar los muertos de la guerra en Libia, que algunas fuentes elevan a 50.000 en ambos bandos. No se puede olvidar a los sirios que han vivido su revolución de forma masiva y aislados del exterior.

«Quien tiene el poder nunca regala un derecho, siempre son fruto de una lucha de muchas generaciones. Vivimos en un contexto global en el que los agentes económicos y financieros ya son globales, pero en cambio el derecho no tiene fuerza para imponerse a nivel global», dice José Antonio García.

El día internacional de los derechos humanos celebra algo más que la aprobación de la declaración universal de 1948. Muestra que todavía siguen teniendo vigencia en nuestro tiempo. Habrá que esperar un tiempo para saber si 2011 será un referente histórico como lo fue mayo del 68, pero lo que si está claro es que se ha convertido en nuevo punto de inflexión histórico en la larga lucha por la defensa de los derechos humanos.