La sangría del paro no cesa en España con 5.040.222 desempleados

El dato no por esperado es menos alarmante. Por primera vez los parados en España superan los 5 millones de personas. En febrero hay 59.444 parados más que en Enero y 328.124 más que hace un año. Según el ministerio de Empleo en el segundo mes de 2013 el paro ha aumentado un 1,19 por ciento. Otro dato preocupante, la Seguridad Social tiene 16,1 millón de afiliados, el nivel más bajo de la última década, y sigue cayendo.

Cola de parados en oficina del INEM
Cola parados / Foto: CC

Si tenemos en cuenta las regiones «motores» de la economía española, en Madrid el número de desempleados aumentó en 8.120 personas, en Cataluña 3.359 y en el País Vasco 2.725. Por sectores el paro ha subido en el colectivo sin empleo anterior (2,39%), los servicios (1,28), agricultura (3,93), industria (0,29) y construcción (0,28). Por edades el incremento más importante vuelve a ser el de los jóvenes menores de 25 años, que ha aumnentado en 16.000 personas, por colectivos, el de los extranjeros es el que más ha subido un 0,9 por ciento y por sexos las mujeres vuelven a ser las más perjudicadas, ya que ha subido un 7,54%. Por comunidades, de las dieciséis en que subió, Andalucía es la que tiene en febrero 22.722 parados más que en enero. Sólo en Baleares ha bajado en 1.562 personas.

No hay ninguna cifra positiva, porque incluso los contratos han sido menores que en el mes precedente. En febrero se registraron 949.844 contratos, una disminución del 4,05% en relación a febrero del año pasado. Menos del 10 por ciento de esos contratos han sido indefinidos.

Los responsables del ministerio tampoco son muy optimistas, aunque destacan que un mes más, se mantiene «la tendencia de ralentización del ritmo de aumento del paro registrado dentro del actual contexto de recesión económica». La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ha recordado, que la reforma laboral no genera puestos de trabajo por sí misma, sino que «pone las bases para que se creen cuando mejoren las condiciones económicas». El otro vaso comunicante son las afiliaciones a la Seguridad Social. El secretario de Estado, Tomás Burgo, ha subrayado que se aprecia una ralentización en la caída interanual, que «no se puede considerar como un cambio de tendencia, aunque se valora en términos positivos». La Seguridad Social registró en febrero un descenso medio de 28.691 afiliados respecto a enero, un 0,18%, con lo que el total de ocupados se situó en 16.150.747 cotizantes.

La única partida que crece es la del gasto en desempleo, un 2,6 por ciento, y eso a pesar de que el ejecutivo aprobó el año pasado un decreto ley para rebajar las prestaciones a los nuevos parados a partir de seis meses. Los subsidios han aumentado en enero sobre un 16 pro ciento respecto a enero de 2012.

Otros datos económicos dados a conocer hoy refuerzan la idea de que las cosas no van a mejorar a corto plazo. El Ministerio de Fomento ha anunciado que en el ejercicio 2012 adjudicó contratos de construcción de infraestucturas por 2.004 millones de euros, lo que supone un descenso del 23% respecto a 2011, según datos oficiales del Departamento. En el sector privado, las grandes constructoras cotizadas redujeron a menos de una quinta parte (al 18%) el peso de España en su cartera de contratos de construcción pendientes de ejecutar, frente a la tasa del 21% que el mercado doméstico suponía hace un año.

Una muestra de la ralentización de la económia es que el consumo de los principales combustibles de automoción se situó en 1,94 millones de toneladas en enero, un 6,3% menos que en el mismo mes del ejercicio anterior, según el avance del Boletín Estadístico de Hidrocarburos de la Corporación de Reservas Estastrégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Ante esta situación, la confianza del consumidor bajó 5 puntos en febrero en relación al mes anterior, hasta situarse en 50,7 puntos, según el Indice de Confianza del Consumidor (ICC) publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Para los ciudadanos la situación económica actual es peor y reducen sus expectativas de mejorarla a corto plazo.

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