La UE vive su hora más difícil desde la Segunda Guerra Mundial, según Angela Merkel

Por Europa y por Alemania. Una europeísta Angela Merkel se ha mostrado solidaria con los países en apuros de la UE y ha llegado a decir que «sus problemas son los nuestros». Una nacionalista Angela Merkel ha pedido sanciones automáticas para los socios indisciplinados y se ha opuesto tajantemente a la emisión de eurobonos que perjudicarían la solvencia de la deuda alemana. Ella repite que «si fracasa el euro, fracasa Europa», cuando «la UE vive probablemente su hora más difícil desde la Segunda Guerra Mundial».

Angela Merkel, en el congreso de su partido
Angela Merkel, en el congreso de su partido / Foto:CDU

Merkel se dirigía a sus bases en el Congreso de la CDU, que se celebra en Leizpig, y ha dado cal y arena. Para los que apoyan su papel protector en la UE, la receta de «más Europa»; para los que recelan de la solidaridad en forma de euros alemanes, la receta de discipina y sanciones a los incumplidores de los planes de estabilidad europeos.

La canciller ha enfatizado la gravedad de la crisis de la eurozona y ha defendido la unidad europea para decir que «las preocupaciones de los griegos lo son también de los holandeses, las preocupaciones españolas lo son también de los alemanes». El temor a un fracaso del euro es público y Merkel se compromete a hacer todo lo que pueda para evitarlo. En ese sentido asegura que los planes de rescate son necesarios para mantener la moneda única.

Dicho esto, la otra cara de Merkel pide reformas en la UE, nuevas estructuras para nuevos tiempos, intransigencia con los díscolos de la UE, castigos automáticos a aquellos países que no respeten el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo y posibilidad de que los países que no quieran o no puedan cumplir las normas, sí puedan abandonar voluntariamente la eurozona.

Para los más euroescépticos del partido, la rotunda negativa a emitir eurobonos, con los que los que todos los países de la eurozona tendrían una solvencia garantizada ante los mercados, con la consiguiente repercusión en la valoración de la deuda alemana.

Los militantes de la CDU han podido ver además a una Merkel con preocupaciones sociales, que dice que la economía dee estar al servicio del ciudadano, que defiende la tasa sobre las transacciones financieras, aunque tenga que aplicarse solo en la UEy, de cara a dentro, que propugna la implantación del salario mínimo, hasta ahora inexistente en Alemania.

La canciller ha terminado su discurso con un mensaje optimista para el futuro. Con la respuesta adecuada, «Europa puede y debe salir reforzada de la situación actual».